Murió el efectivo: más de la mitad de las compras ya se pagan de forma digital

Los pagos digitales ya representan alrededor del 60% del gasto de los consumidores y el uso de efectivo cayó a un 37%.

17 de noviembre, 2025 | 16.26

El dinero físico está dejando de ser protagonista en la vida diaria. Hoy, pagar un café, dividir una cena o saldar una factura se volvió un proceso totalmente digital, con la billetera virtual como ícono. Según un informe de Payments & Commerce Market Intelligence (PCMI) 2025, los pagos digitales ya representan cerca del 60% del gasto de los consumidores en Latinoamérica, mientras que el efectivo cayó al 37%. La tendencia es clara: el dinero dejó de ser un objeto y pasó a ser una experiencia dentro del celular.

Este cambio no es solo tecnológico, sino cultural. Las personas adoptaron la lógica del “ahora”: si se puede mandar un mensaje en un segundo, también se espera mover dinero en tiempo real, sin fricciones. Como explica Sebastián Siseles, CEO de Vesseo, “lo que antes estaba en la billetera ahora vive en la app; la sensación de control ya no está en el billete, sino en ver cómo se mueve tu plata en tiempo real”.

Un cambio cotidiano que ya nadie discute

La transformación se nota en cada compra diaria: el súper se paga con QR, las expensas con transferencia, el alquiler con débito automático y hasta las propinas llegan por alias. Esto no solo hace más ágiles las operaciones, sino que instala una nueva relación con el dinero: la idea de “poseer” es reemplazada por la de “administrar”.

Y la adopción no se queda en las grandes ciudades. En barrios y pequeñas comunidades, el QR pegado en la verdulería o la carnicería dejó de ser una rareza. La posibilidad de cobrar sin terminales físicas ni requisitos bancarios tradicionales bajó barreras y acercó la digitalización a sectores históricamente excluidos.

Lo que más impulsó el salto al dinero digital

Entre los factores que aceleraron el abandono del efectivo, destacan:

  • Pagos instantáneos sin horarios bancarios.

  • Menos fricción al dividir gastos entre amigos.

  • Mayor seguridad, sin necesidad de llevar plata encima.

  • Cobros más simples para comercios pequeños o informales.

  • Mejor control financiero gracias a estadísticas en tiempo real.

La sensación de control ya no está en el billete, sino en ver cómo se mueve la plata en tiempo real.

La trazabilidad de las billeteras digitales está redefiniendo cómo se planifica el mes. Las aplicaciones permiten ver en qué se gasta, cuánto y cuándo, con herramientas que muestran gráficos, límites y alertas. El presupuesto deja de ser una idea suelta para transformarse en datos concretos y accesibles.

El efectivo no desaparece, pero su rol es claramente secundario. La sensación de seguridad que antes daba un billete en el bolsillo ahora vive en la pantalla: en esa app que muestra cada movimiento al instante. El dinero, definitivamente, se volvió digital.