Mantener WhatsApp al día es más importante que nunca: cada actualización suele incluir correcciones de seguridad, mejoras de rendimiento y nuevas funciones. Pero no siempre es evidente cómo acceder a la versión más reciente de forma correcta.
A continuación, te explicamos cómo hacerlo de manera sencilla desde tu celular (Android o iPhone) o desde la web oficial, para evitar errores o versiones obsoletas.
Para usuarios Android: desde Google Play Store
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Abrí Google Play Store en tu celular.
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Buscá “WhatsApp” en la barra de búsqueda.
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Si aparece un botón que dice “Actualizar”, presionalo. Eso indicará que hay una versión nueva disponible.
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Si en lugar de “Actualizar” dice “Abrir”, ya estás con la versión más reciente. Luego de la actualización, la app se reiniciará sola.
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Verificá que tenés la versión más reciente: desde el menú de WhatsApp entrá a Ajustes → Ayuda → Info de la aplicación para ver el número de versión.
Para usuarios iOS (iPhone / iPad): desde App Store
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Abrí la App Store.
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Pulsá en tu ícono de perfil en la esquina superior derecha.
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Deslizá la lista de apps hasta encontrar WhatsApp.
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Si hay una actualización disponible, aparecerá un botón que dice “Actualizar”. Tocá ese botón.
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Si en lugar de eso aparece “Abrir”, significa que ya estás con la última versión. Podés confirmar la versión desde Ajustes → Ayuda → Info de la aplicación.
Alternativa: descarga desde la web oficial
Si por algún motivo no podés actualizar desde Google Play o App Store —o querés la versión más reciente disponible— podés ingresar al sitio oficial de WhatsApp y descargar el archivo APK (para Android). Luego:
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Permití la instalación desde fuentes externas en tu sistema.
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Ejecutá el archivo APK → la instalación detectará la app existente y la actualizará conservando tus mensajes y ajustes.
Por qué conviene mantener WhatsApp actualizado
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Seguridad y privacidad: las actualizaciones corrigen vulnerabilidades que podrían ser explotadas en versiones antiguas.
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Acceso a nuevas funciones: funciones nuevas como mejoras en mensajes, llamadas, modos de uso, interfaz, etc. suelen llegar solo a la versión más reciente.
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Mejor rendimiento: correcciones de bugs y optimizaciones que aseguran que la app corra sin fallos.
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Compatibilidad con otros usuarios: si alguien tiene una versión reciente con funciones nuevas (como cifrado, funciones de privacidad, nuevas interfaces), mantener tu app actualizada asegura que puedas interactuar correctamente.
