Queda en Brasil, tiene forma de avión y es una de las ciudades más pobladas de América del Sur

Una de las ciudades más conocidas de Brasil fue construida con forma de avión por un particular motivo.

28 de octubre, 2025 | 13.00

En el corazón de Brasil se levanta una de las ciudades más sorprendentes del continente: Brasília, una metrópolis que no solo es la capital política del país, sino también una obra maestra del urbanismo moderno. A diferencia de muchas urbes que crecieron de manera espontánea, Brasília fue planificada desde cero, pensada para simbolizar el progreso, la organización y la mirada hacia el futuro.

Su rasgo más asombroso es su diseño en forma de avión, una metáfora de movimiento y desarrollo. Desde el aire, sus avenidas y barrios dibujan claramente las alas y el fuselaje, reflejando una intención estética y funcional única en el mundo. Las “alas” agrupan zonas residenciales y comerciales, mientras que el “cuerpo” concentra los edificios administrativos y gubernamentales, formando un sistema equilibrado y eficiente.

Cuándo fue construída la ciudad de Brasilia

Construida entre 1956 y 1960 bajo la dirección del urbanista Lúcio Costa y el arquitecto Oscar Niemeyer, Brasília fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y descrita como un “hito de gran importancia en la historia del urbanismo”. Su creación marcó un antes y un después en la arquitectura de América del Sur.

Hoy, con más de tres millones de habitantes, la ciudad es uno de los centros urbanos más poblados del continente y un punto estratégico donde se deciden políticas y proyectos que impactan a toda la región. Sus amplias avenidas, parques y áreas verdes logran un equilibrio entre la funcionalidad y la calidad de vida, manteniendo su identidad visual intacta a pesar del crecimiento.

Brasília fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Además, los tres poderes del gobierno federal de Brasil se encuentran en la ciudad: ejecutivo ,legislativo y judicial, y también alberga 124 embajadas extranjeras. Brasília sin dudas es un símbolo del sueño modernista brasileño, una demostración de cómo la planificación y la visión pueden transformar un territorio en un ícono de innovación y cultura.