En el momento de elegir una carrera universitaria, factores como las preferencias personales, la vocación y las oportunidades laborales suelen influir en la decisión. Sin embargo, hay una carrera en particular que, pese a tener un 100% de empleabilidad según estudios recientes, sufrió una disminución en sus inscripciones durante los últimos años.
En Argentina, un país con vastas extensiones rurales y una economía fuertemente vinculada al agro, la carrera de Ingeniería Agronómica debería ser una de las más elegidas. Sin embargo, sucede lo contrario: cada vez menos jóvenes se inscriben, incluso cuando se trata de una de las profesiones con mayor demanda y salida laboral casi garantizada.
En universidades públicas como la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) o la Universidad de Buenos Aires (UBA), docentes y especialistas advierten una disminución sostenida en la cantidad de ingresantes. Muchos estudiantes la descartan por desconocimiento o por prejuicios, asociándola únicamente con tareas rurales duras o alejadas de la tecnología. Sin embargo, la realidad es distinta: la agronomía moderna se apoya en biotecnología, datos satelitales, sustentabilidad y gestión avanzada de recursos naturales.
Argentina, como uno de los principales productores mundiales de alimentos y materias primas, necesita profesionales capacitados en este campo. Empresas agroindustriales, cooperativas, organismos públicos y emprendimientos de agricultura sustentable buscan constantemente ingenieros agrónomos, generando una demanda laboral que, en muchos casos, supera la oferta. Frente a este panorama, expertos del sector académico y productivo coinciden en la urgencia de comunicar mejor el valor estratégico de esta carrera, incluso ofreciendo sueldos muy llamativos incluso para principiantes.
Más breve que veterinaria: la carrera de la UBA para amantes de los animales y con buena paga
La facultad de ciencias veterinarias está repleta de amantes del reino animal que, ya sea para curarlos o para investigar terrenos como la ganadería, se inscriben año a año para cursar la extensa y sacrificada carrera. Sin embargo, lo que pocos saben es que hay una carrera que se dicta en la misma facultad, es mucho más corta y tiene una amplia salida laboral.
Se trata de la tecnicatura para bioterios, una carrera pensada para cuidar y evitar el sufrimiento de los animales que se usen para servicio de la ciencia. Es decir, en casos en que no quede otra opción que utilizar animales para probar productos, los recibidos tendrán que poner sus saberes a disposición para que el procedimiento pueda llevarse a cabo sin que el animal sufra. Incluso, en muchos casos, también deben encargarse de la crianza y el cuidado de los animales para analizar el proceso.
Precisamente, según dicen en la página oficial de la Facultad de Ciencias Veterinarias "los animales de laboratorio son considerados reactivos biológicos que se utilizan en investigación biomédica cuando no exista un método alternativo que los reemplace. Su producción y mantenimiento requieren de ciertas condiciones genéticas, nutricionales, sanitarias y medioambientales estandarizadas internacionalmente, indispensables para la obtención de respuestas biológicas estables y reproducibles", entonces, el graduado se encargará de cuidar estos detalles y crear un entorno propenso a que el animal puede ser utilizado al servicio de la ciencia.
Esta carrera está pensada para cursarse en tres años y medio, ya que tiene 27 materias: cuatro de Ciclo Básico Común (CBC) y otras 23 de la carrera en sí. El graduado de la carrera puede desempeñarse tanto en ámbitos privados como públicos, ya que al tratarse de una carrera específica y con pocos graduados, hay muchas vacantes disponibles.