Erupción del Vesubio convirtió en vidrio el cerebro de un hombre

27 de febrero, 2025 | 14.54

Científicos, que examinaban los restos de un hombre que murió en la antigua ciudad de Herculano tras la erupción del Vesubio, se sorprendieron cuando encontraron fragmentos oscuros parecidos a la obsidiana dentro de su cráneo.

La erupción había convertido su cerebro en vidrio.

Es el único caso registrado de este fenómeno, y los investigadores tienen ahora respuestas a por qué y cómo ocurrió, como consecuencia de la erupción en Italia el año 79 d.C.

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La vitrificación -transformación en vidrio- del cerebro de la víctima, encontrada en su cama, dicen, fue el efecto aparente de una nube de ceniza abrasadora que descendió repentinamente sobre su ciudad en la bahía de Nápoles, la que mató instantáneamente a todos los habitantes.

Los científicos llegaron a la conclusión de que la vitrificación ocurrió mediante un proceso único de exposición rápida del material orgánico del cerebro a una temperatura muy alta -al menos 510 grados Celsius- y un enfriamiento rápido posterior.

Los investigadores realizaron un exhaustivo análisis que confirmó la naturaleza vítrea de los fragmentos y reveló sus propiedades físicas.

"El vidrio formado como resultado de este proceso permitió preservar íntegramente el material biológico del cerebro y sus microestructuras", dijo el antropólogo forense Pier Paolo Petrone, de la Universidad de Nápoles Federico II, uno de los responsables de la investigación publicada en la revista Scientific Reports.

La erupción arrasó las antiguas y prósperas ciudades romanas de Pompeya y Herculano.

"El único otro tipo de vidrio orgánico del que tenemos constancia es el que se produce en algunos raros casos de vitrificación de la madera, de los que se han encontrado casos esporádicos en Herculano y Pompeya. Sin embargo, en ningún otro caso en el mundo se han encontrado restos vitrificados orgánicos humanos o animales", añadió Petrone.

Miles de personas murieron y las dos ciudades quedaron enterradas bajo una gruesa capa de material volcánico y barro, intactas hasta su redescubrimiento en el siglo XVIII. Las víctimas se conservaron en muerte súbita, como fue el caso de aquella cuyo cerebro se convirtió en vidrio.

Su cuerpo se descubrió por primera vez en la década de 1960 en el interior de un edificio llamado Colegio de los Augustales, dedicado al culto del emperador Augusto, fallecido en el año 14 d.C. El individuo fue identificado como un joven que se creía era el custodio del colegio. Los restos se volvieron a examinar en 2018.

"Yo estaba en la habitación donde el custodio del colegio yacía en su cama para documentar sus huesos calcinados. Bajo la lámpara, de repente vi pequeños restos vidriosos que brillaban en la ceniza volcánica que llenaba el cráneo", dijo Petrone.

"Al coger uno de estos fragmentos, tenía un aspecto negro y superficies brillantes bastante parecidas a la obsidiana, un vidrio natural de origen volcánico, negro y brillante, cuya formación se debe al enfriamiento muy rápido de la lava. Pero, a diferencia de la obsidiana, los restos vítreos eran muy quebradizos y fáciles de desmenuzar", explicó Petrone.

Los análisis de este material, publicados antes en otras revistas científicas, revelaron la presencia de proteínas y ácidos grasos comunes en los tejidos cerebrales humanos, con todo el sistema nervioso central excepcionalmente bien conservado, representado por células nerviosas interconectadas por una densa red de fibras llamadas axones.

La investigación está entregando una comprensión más profunda de cómo se desarrollaron los trágicos acontecimientos tras la erupción.

"El estudio demuestra que el 'asesino' de Herculano fue la llegada a la ciudad de una nube de ceniza caliente temprana. Esto pone de relieve la importancia de comprender el comportamiento de las nubes de ceniza, ya que son muy peligrosas y aún están muy poco estudiadas", dijo el vulcanólogo y primer autor del estudio Guido Giordano, de la Universidad Roma Tre.

Con información de Reuters