Es el parque más antiguo de Buenos Aires, esconde una historia trágica y dicen que tiene fantasmas

Es uno de los parques más populares del territorio porteño y tiene un rica historia que no todos conocen. Un lugar especial para pasar el día o relajarse en medio de la Ciudad.

07 de octubre, 2025 | 10.51

El Parque Lezama uno de los paseos preferidos de San Telmo y La Boca, con sus esculturas, su barranca y su icónico anfiteatro. Sin embargo, bajo la superficie de uno de los parques más antiguos de la Ciudad se ocultan algunos de los secretos más oscuros de la historia argentina.

Cientos de personas caminan cada día por él, disfrutan de sus árboles y su ambiente bohemio. Pero lo que pocos saben es que esos mismos terrenos fueron testigos del primer y fallido intento de fundación de Buenos Aires, de un mercado de esclavos y son el escenario de una de las leyendas de fantasmas más famosas del barrio.

Origen del Parque Lezama: de asentamiento fallido a mercado de esclavos

Según detalla el Diario de Cultura, la historia del parque se remonta a los orígenes mismos de la ciudad. Se cree que fue en esa zona elevada, junto a la barranca, donde el adelantado Pedro de Mendoza realizó el primer y fallido asentamiento de Buenos Aires en 1536.

El territorio del Parque Lezama durante la llegada de los primeros habitantes a Buenos AIRES

Pero el pasado oscuro no termina ahí. Años más tarde, durante el siglo XVIII, en esos mismos terrenos funcionó el "Real Asiento de Esclavos", operado por la Compañía del Mar del Sur. El lugar que hoy es un espacio de recreo fue durante años un depósito para la compra y venta de personas esclavizadas. Era el punto donde los barcos ingleses desembarcaban a los africanos para ser vendidos en la ciudad. Esta función como depósito y mercado de personas esclavizadas representa una de las páginas más trágicas y a menudo olvidadas del solar que ocupa el parque.

De quinta privada a parque público, la transformación del Parque Lezama

Con el paso de los siglos, el predio se transformó. La web de Turismo de la Ciudad informa que en el siglo XIX se convirtió en la quinta privada de Gregorio Lezama, quien embelleció los terrenos con árboles exóticos. Tras su muerte, su viuda, Ángela de Álzaga, vendió la propiedad a la Municipalidad en 1894 con una condición clave: que se convirtiera en un parque público y que llevara para siempre el nombre de su esposo.

El Parque Lezama es un pulmón ideal para desconectar de la Ciudad sin salir de ella.

La leyenda del fantasma que ronda la zona

A la densa historia del lugar se suma uno de los mitos más conocidos de Buenos Aires. A pocas cuadras del parque se encuentra la Iglesia Santa Felicitas. Fue construida por los padres de Felicitas Guerrero de Álzaga, una de las mujeres más bellas y ricas de la sociedad porteña del siglo XIX, asesinada trágicamente por un acosador.

La leyenda, que envuelve a todo el barrio en un halo de misterio, cuenta que el fantasma de Felicitas se aparece en la iglesia construida en su memoria. Se dice, además, que si alguna vez las rejas del templo se mojan cuando no llueve, son en realidad las lágrimas de Felicitas, que todavía llora por su trágico destino.