En pleno corazón del Microcentro de Buenos Aires se encuentra un icono de la gastronomía tradicional: el bodegón Pippo. Con casi 90 años de historia, es un refugio para oficinistas y turistas que estuvieron presentes incluso en su momento más crítico: estuvo a punto de cerrar, pero pudo resurgir de las crisis y ahora mantiene los precios más baratos del mercado.
Pippo nació en 1936 y, varios años después, se mudó a su ubicación actual en Paraná 356, en una zona que alguna vez fue epicentro del varieté porteño. Durante su apogeo, el restaurante funcionaba hasta las 6 de la mañana, cerraba y volvía a abrir al día siguiente, reflejando el ritmo frenético y cultural de la ciudad. Pero la crisis no perdonó: durante la pandemia, muchas sucursales bajaron sus persianas y el futuro de Pippo quedó en duda.
El salvavidas desde lo más inesperado: TikTok e Instagram. Los usuarios comenzaron a viralizar sus platos más queridos, como los vermicelli con tuco y pesto o el bife de chorizo “a la Pippo” con huevo, morrón y papas, y el amor por lo clásico se tradujo en clientela nueva.
Hoy, el restaurante volvió a vivir. Bajo la dirección de un empresario llamado Alberto, se mantuvieron los precios accesibles, algo difícil en un contexto inflacionario. Pero su estrategia apunta justo ahí: fidelizar a quienes valoran la tradición porteña, el sabor y la nostalgia.
El menú de Pippo y lo que cuesta en noviembre 2025
A pesar de los años y los vaivenes, su carta clásica sigue siendo un gran imán:
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Vermicelli, su plato clásico: $ 6.000
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Ravioles de pollo y verdura: $ 7.000
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Ñoquis de papa: $ 7.500
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Tallarines al huevo y fucciles: $ 6.000
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Sorrentinos de jamón y queso: $ 9.500
En parrilla, también hay opciones contundentes:
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Bife de chorizo con guarnición: $ 22.000
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Tira de asado grande con guarnición: $ 21.000
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Bondiola con guarnición: $ 16.000
Y para quienes prefieren algo más liviano, las ensaladas no defraudan: por ejemplo, una de hasta tres gustos cuesta $ 4.500.
