Por qué después de los 40 cuesta más bajar de peso: la solución definitiva sin trucos ni magia

Con el correr de los años, el metabolismo se complejiza y en consecuencia cuesta más bajar de peso. Si tenés más de 40 años, te compartimos cómo lograrlo de forma saludable.

20 de septiembre, 2025 | 19.20

Llegar a los 40 suele ser un punto de inflexión en muchos aspectos de la vida. Por un lado, la rutina diaria se vuelve más demandante, las responsabilidades laborales y familiares se intensifican y, además, el cuerpo empieza a cambiar. Muchas personas notan que, aunque mantengan los mismos hábitos de siempre, bajar de peso después de los 40 se vuelve mucho más difícil. Esta situación puede resultar frustrante y, en esa búsqueda de soluciones rápidas, muchas veces se recurre a productos “milagrosos” o medicamentos de venta libre que no siempre son seguros para la salud.

Sin embargo, la clave no está en bajar los brazos ni en optar por atajos poco saludables. El verdadero camino para lograr resultados sostenibles pasa por elegir el ejercicio adecuado, acompañado de una alimentación equilibrada y una mejor gestión del descanso y el estrés. Asimismo, entender qué ocurre en el cuerpo a partir de los 40 es fundamental. Los cambios hormonales, la pérdida progresiva de masa muscular y el metabolismo más lento hacen que el esfuerzo para perder peso deba adaptarse a esta nueva etapa de la vida.

4 ejercicios para realizar después de los 40 y bajar de peso de forma saludable

Aunque la dieta es un factor clave, el ejercicio tiene un rol central a la hora de frenar el aumento de peso y estimular la quema de grasa. No se trata de entrenar de manera extrema, sino de elegir actividades efectivas que respondan a las necesidades del cuerpo a partir de los 40.

Salir a trotar, practicar yoga o realizar ejercicios con intervalos ayuda a bajar de peso.

1. Entrenamiento de fuerza

Después de los 40, la pérdida de masa muscular es más acelerada. Incorporar rutinas de fuerza con pesas, bandas elásticas o el propio peso corporal ayuda a mantener la musculatura activa y a acelerar el metabolismo. Con tan solo dos o tres sesiones semanales se pueden ver cambios notables en la composición corporal.

2. Caminata rápida o trote moderado

El cardio sigue siendo un aliado para bajar de peso, pero no hace falta exigirse al máximo. Caminar a paso firme durante 30 a 40 minutos la mayoría de los días de la semana es una manera sencilla y accesible de activar la quema de calorías y mejorar la salud cardiovascular.

3. Yoga o pilates

No solo ayudan a tonificar y mejorar la postura, también reducen los niveles de estrés y, por lo tanto, la producción de cortisol, una hormona que favorece la acumulación de grasa abdominal. Además, contribuyen a ganar flexibilidad y equilibrio, dos capacidades que suelen perderse con la edad.

4. Entrenamiento interválico de baja intensidad

Las rutinas que alternan momentos de esfuerzo con pausas breves se han vuelto populares porque estimulan el metabolismo de forma muy eficaz. En mayores de 40, lo recomendable es adaptar la intensidad para evitar lesiones, priorizando movimientos seguros y progresivos.