A la hora de afrontar una jornada laboral larga o una extensa cursada en la universidad, muchas personas recurren al café como un aliado para "tener más energía". Sin embargo, aunque este es un hábito que logra el efecto deseado en muchas personas, un grupo de cardiólogos advirtió que no es la mejor opción para aumentar el nivel de efectividad.
Esto se deba a que el consumo de una segunda o tercera taza de café podría aumentar los niveles de cortisol en el sistema, los cuales suelen bajar a partir de 10 u 11 de la mañana. El cortisol es la hormona del estrés, la cual también regula la inflamación, la presión arterial y potencia la energía. Entonces, si justo cuando el cuerpo está intentando regularse, suministrarle una nueva fuente energética podría alterar los niveles naturales de cortisol.
“Podemos tener niveles altos de cortisol y sentirnos cansados o con poca energía, como cuando nos despertamos. O quizás están bajos y nos sentimos con mucha energía, como a media mañana. Si tuviera que equiparar los niveles de cortisol con algo, sería con la irritación”, explicó el médico cardiólogo Chris Mosunic de la aplicación Calm. A esto se le sumó el doctor Marschall Runge para la revista Parade: "Esto puede elevar la presión arterial o la frecuencia cardíaca más que si la cafeína se consume más temprano”.
Precisamente, beber cafeína a media mañana puede lograr el efecto de elevar la energía, pero de forma diferente a la esperada: el sistema simpático del cuerpo de activa y pueden manifestarse sensación de nerviosismo, presión alta o incluso taquicardia. Sin ir más lejos, Runge advirtió sobre los daños a largo plazo que puede causar el consumo de cafeína: "La estimulación repetida podría causar estrés en el sistema con el tiempo”.
Sin cafeína: otras formas de aumentar la energía
Este grupo de expertos también reveló una verdad: la falta de energía generalmente es una deshidratación oculta. Por este motivo, cuando hay niveles bajos de energía se recomienda probar con tomar agua, ya que puede ser una señal del cuerpo para pedir que se tome más agua.
Otro método que puede ser útil es intentar exponerse al sol aunque sea por unos minutos, ya que la vitamina D, además de brindar otros beneficios para la salud, aumenta la liberación en el cerebro de una hormona llamada serotonina, que también te ayuda a sentirte tranquilo y concentrado.