La lengua de suegra es una de las plantas de interior más populares ya que destaca por su resistencia, bajo mantenimiento y capacidad natural para purificar el aire. Pero más allá de su aspecto práctico, muchas personas le añaden un gesto simbólico para poder cuidarla "energéticamente" y aprovechar sus propiedades para proteger el hogar.
Precisamente, lo que hay que hacer para proteger energéticamente la planta, sobre todo la lengua de suegra, es atarle una cinta roja atada a sus hojas, con la intención de activar energías positivas. Esta práctica está arraigada en la filosofía del Feng Shui, donde se considera que el color rojo actúa como un escudo contra energías negativas y aporta vitalidad al hogar.
Al combinarlo con las propiedades purificadoras de la planta, se busca potenciar un ambiente de armonía, protección y buena fortuna. Esta planta no solo es fuerte y duradera, sino que también se la asocia con la protección contra la envidia, el mal de ojo y las malas energías. Su forma puntiaguda de las hojas representa una especie de “espada natural” que bloquea influencias negativas, lo que la convierte en la candidata ideal para reforzar ese poder protector con el símbolo de la cinta roja. En la tradición popular, tener una lengua de suegra en la entrada de la casa actúa como un guardián que resguarda a quienes viven allí.
Cómo hacerlo correctamente
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Elegí una cinta roja intensa, que puede ser de tela o hilo resistente.
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Andala suavemente alrededor de una hoja robusta —preferentemente la más grande— sin presionarla demasiado para no dañarla. ([turn0search4])
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Si querés, podés renovarla cada mes para “refrescar” la energía, aunque no hay una regla fija al respecto.