Una tarde de pesca de dos amigos tomó un curso inesperado cuando, en lugar de peces, los protagonistas de la historia encontraron una prueba que podría ayudar a resolver un caso policial de hace más de 50 años atrás. En el río Misisipi, cerca de Sartell (Minnesota), dos pescadores detectaron una anomalía con su equipo de sonar: una forma alargada, cubierta por sedimentos, que no encajaba con la topografía habitual del fondo del cauce.
El hallazgo se produjo el 9 de agosto de 2025 y, días después, un equipo de buzos del condado de Stearns-Benton sacó del agua un vehículo clásico: un Buick Electra azul metálico año 1963. Sin embargo, no era cualquier auto: dentro del mismo se encontraron restos humanos de un hombre que desapareció sin dejar rastro en 1967.
Dentro del auto, los investigadores encontraron restos humanos junto a objetos personales, lo que permitió relacionar el vehículo con el expediente de Benn. Según informaron las autoridades, la coincidencia del número de identificación del vehículo (VIN) con los archivos del condado refuerza la hipótesis de que aquel caso de 1967 podría estar cerca de resolverse.
Un misterio que parecía enterrado, literalmente
Roy Benn fue visto por última vez el 25 de septiembre de 1967 en Sauk Rapids, Minnesota. Tenía 59 años, conducía ese Buick Electra y según los registros llevaba una suma importante de dinero consigo. Las autoridades lo declararon legalmente muerto en 1975, tras años de búsqueda que no arrojaron pistas concretas.
El vehículo hallado, sumergido en el Misisipi durante casi 58 años, representa una cápsula del tiempo. Aunque estaba deteriorado por la corrosión y sedimentos acumulados, los investigadores destacaron que el auto permanecía lo bastante intacto como para permitir cotejos forenses que podrían cerrar este capítulo de la historia. Sin embargo, aún no hay precisiones sobre la reapertura del caso, del que muchos especulan podría tratarse de un crimen.