En las últimas horas, un nuevo rumor sacudió el mundo del espectáculo y el fútbol: Sabrina Rojas fue vinculada sentimentalmente con un famoso jugador de la Selección Nacional. La exesposa de Luciano Castro se encontraba soltera desde hace varios meses.
El hombre en cuestión es Nicolás González, el delantero de la Selección Argentina y actual jugador de la Juventus. Sin embargo, fue la propia conductora quien salió al cruce de las versiones para aclarar lo ocurrido y desmentir categóricamente un romance.
Todo comenzó cuando en el programa LAM (América TV), el panelista Pepe Ochoa deslizó que Rojas habría tenido un encuentro con el futbolista, lo que generó revuelo especialmente porque González está en pareja. Aunque algunos pusieron en duda su actual situación sentimental, en Pasó en América, Sabrina enfrentó los rumores con humor y contundencia: “El chico está de novio, chicos, no”.
La actriz explicó que coincidió con el jugador en un boliche, donde intercambiaron algunas palabras en medio del ruido y la confusión. “La conversación fue muy tonta, ni sabía quién era”, contó, asegurando que la charla fue breve, superficial y en un contexto informal. “Nadie chapó con nadie”, remarcó. Lejos de estar en pareja, Rojas aclaró que sigue soltera y que su vínculo con González no pasó de una charla ocasional.
Cuál fue el motivo de la separación entre Sabrina Rojas y Luciano Castro
La ruptura entre Sabrina Rojas y Luciano Castro, después de casi 12 años de relación y dos hijos, se debió principalmente al "hastío" y desgaste acumulado producto de una convivencia prolongada sin pausas, especialmente durante la pandemia. Según Sabrina, ambos “ya no se aguantaban más” tras pasar juntos largos períodos sin espacio personal, lo que evidenció una saturación emocional que derivó en la decisión de separarse
Ella misma señaló que, aunque no hubo un episodio puntual, el factor desencadenante fue ese cansancio compartido y la falta de dinámica en sus roles dentro de la pareja. Además, Sabrina explicó que durante el confinamiento, debido a trabajos en conjunto, estuvieron “trabajando juntos 24 horas en casa con los niños”, lo que intensificó la situación y profundizó dicha fatiga . Luciano, por su parte, afirmó que la separación fue una decisión pensada para preservar su salud mental y la de sus hijos, asegurando que seguirán teniendo una relación de respeto y coordinación como padres, aunque desde otro lugar.