No hace falta tener un gran parque para disfrutar del placer del agua. Las mini piletas se convirtieron en la tendencia estrella del verano: una opción práctica y estética que transforma patios o jardines pequeños en refugios de frescura, relax y estilo. Con un diseño adecuado y algunos detalles de decoración, cualquier rincón exterior puede convertirse en un verdadero oasis.
Opciones de mini piletas para cada espacio
Las piscinas de inmersión son las más elegidas por su elegancia y tamaño compacto: miden entre 3 y 4,8 metros, con una profundidad menor a 1,2 metros, ideales para refrescarse sin ocupar demasiado espacio. Las piscinas de fibra de vidrio también ganan terreno por su practicidad: vienen listas para instalar, en múltiples diseños y tamaños, y requieren poco mantenimiento.
Para quienes buscan una alternativa sustentable, las biopiscinas o piscinas naturales son la opción perfecta. Utilizan sistemas de filtrado biológico con plantas acuáticas y grava, eliminando el uso de químicos y logrando una integración armónica con el entorno verde. En cambio, las piletas elevadas o inflables son ideales para presupuestos más ajustados o para quienes prefieren una instalación temporal y sin obra.
Cómo aprovechar el espacio
En jardines o patios reducidos, la clave está en el diseño. Las formas rectangulares o circulares son las más recomendadas por su equilibrio visual y facilidad de construcción. Lo ideal es colocar la pileta en el sector más soleado, preferentemente orientado al norte o al oeste, para aprovechar la luz natural.
Además, instalarla junto a un muro puede generar una sensación de mayor amplitud. Agregar una cascada, luces LED o un cantero verde potencia el efecto relax y crea un ambiente mágico al caer la tarde. Rodear el área con plantas aromáticas como jazmines o lavandas, o con especies floridas como rosales y magnolios, aporta color y perfume.
Para sumar intimidad, se pueden incorporar paneles de madera, celosías, pérgolas o jardines verticales. El toque final lo dan los detalles: piedras, arena clara o iluminación cálida que inviten a disfrutar del agua también de noche. Las mini piletas son mucho más que una moda: son una forma inteligente de reinventar los espacios y hacer del verano una experiencia refrescante, incluso en los metros más pequeños.
