En un ambiente de revuelo, la fiesta de casamiento de Jeff Bezos y Lauren Sánchez se mudó a un rincón más apartado de Venecia. La decisión surgió para salvaguardar la seguridad del evento y reducir el riesgo de protestas. La pareja llegó por la tarde y no escatimó en lujos: fueron vistos arribando en un taxi acuático al hotel Aman, donde las tarifas por noche superan los 10.000 euros.
Originalmente, la ceremonia iba a llevarse a cabo en la Scuola Grande della Misericordia, un edificio histórico, pero ante el clima de tensión, los planes se modificaron. Finalmente, los invitados celebraron el enlace en el Arsenale, un antiguo astillero medieval alejado del bullicio del centro, lo que les brindó más privacidad ante la posibilidad de disturbios. El evento arrancó este jueves y se extenderá hasta el sábado, atrajo a personalidades de renombre y a la atención constante de medios internacionales.
A pesar de haber reservado un sitio en Cannaregio para la celebración posterior a la boda, modificaron los planes por la posibilidad de manifestaciones. Las críticas no se hicieron esperar, ya que varios locales temieron que el evento transformara la hermosa ciudad de góndolas en un parque de diversiones privado para millonarios.
Ambos, Bezos y Sánchez, que ya tuvieron matrimonios previos, se aseguraron de que sus selectos invitados, que incluye desde Leonardo DiCaprio hasta Kim Kardashian, están cómodamente alojados en los hoteles más lujosos de Venecia. La llegada de Ivanka Trump y su familia fue capturada por los lentes de los fotógrafos.
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El yate de Bezos, el Koru, esperó en la isla de San Giorgio Maggiore. Bezos, de 61 años, quien dirige Amazon, decidió casarse con Lauren, de 55 años, después de su compromiso en 2023 y tras cuatro años del final de su primer matrimonio.
Las autoridades municipales defendieron el evento, argumentando que es un “honor para Venecia”, mientras el alcalde Luigi Brugnaro afirmó que esperaban que la ciudad brille nuevamente como un escenario global. Por su parte, Luca Zaia, presidente del Véneto, restó importancia a las protestas, destacando que la llegada de los 90 aviones privados trajo un impulso económico a las empresas locales.
Las protestas contra Jeff Bezos antes de su boda en Venecia
Una lona gigante de 'Greenpeace' apareció esta semana en la emblemática plaza de San Marcos, mostrando el mensaje: "Si puedes alquilar Venecia para tu boda, también puedes pagar más impuestos", junto al rostro de Jeff Bezos, el dueño de Amazon y el tercer hombre más rico del mundo. La celebración, que se estima costó más de 15 millones de euros, estuvo acompañada de un impresionante operativo de seguridad que dificultó la normalidad en las calles.
Por si esto fuera poco, Bezos y Sánchez decidieron que no desean regalos y pidieron que, en cambio, se done a tres organizaciones benéficas mencionadas en la invitación. "Estamos haciendo donaciones en tu honor y con gratitud por hacer el viaje para celebrar con nosotros en Venecia", se podía leer en la invitación.
Las protestas contra esta boda fueron organizadas por el grupo "No hay espacio para Bezos", cuyo líder, Tommaso Cacciari, celebró el cambio de lugar de la ceremonia, considerándolo una victoria. Según Cacciari, la situación de Bezos como ultra-multimillonario contrastó profundamente con la boda de George Clooney y Amal Alamuddin. “Bezos no es un actor de Hollywood”, sostuvo, aludiendo a su influencia política y empresarial.
Los críticos también señalaron prácticas laborales cuestionables de Amazon y la evasión de impuestos en Europa como motivos de preocupación. Este sábado se anunciaron nuevas manifestaciones en toda la ciudad, que Greenpeace también apoyó, enfocados en temas de justicia social y ambiental.
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