Las fotos de Marixa Balli de sus primeros años en el mundo del espectáculo vuelven a despertar curiosidad entre los fanáticos y nuevos seguidores que descubren su historia. Con una trayectoria que combina música, teatro, televisión y moda, la artista construyó una carrera marcada por su carisma, estilo y autenticidad. Hoy, su figura vuelve a ganar protagonismo en la pantalla y las redes sociales.
Los comienzos de Marixa Balli en la televisión y la música
Marisa Laura Cavalli, conocida artísticamente como Marixa Balli, inició su camino en los medios a comienzos de los años 90. En 1990 fue elegida como una de las “Diosas del verano” en el recordado programa Ritmo de la noche, donde se destacó por su presencia escénica y su personalidad extrovertida. Ese mismo año comenzó a construir una imagen que pronto la posicionó como una de las figuras más reconocidas del espectáculo argentino.
En 1992 lanzó su primer álbum, Hola mi amor, bajo el sello Música & Marketing, dando inicio a una faceta musical que la acompañaría durante toda la década. Su estilo fusionaba ritmos bailables con letras pegadizas, y con el tiempo, canciones como La Cachaca -tema que se convirtió en su sello personal- la consagraron como ícono de la movida tropical.
Marixa Balli y su relación con “El Potro” Rodrigo
En 1997 salió a la luz su relación con el cantante cordobés Rodrigo Bueno, conocido como “El Potro”. Su vínculo fue intenso y significativo, tanto en lo personal como en lo artístico. En distintas entrevistas, Marixa Balli recordó que fue “su mano derecha” durante los años de mayor éxito del músico.
En esa etapa también participó en videoclips que marcaron tendencia, como La marca de la gorra de Los Auténticos Decadentes y La chica del ascensor, junto al propio Rodrigo. Su participación en estos proyectos consolidó su figura como modelo, actriz y cantante, logrando una presencia destacada en distintos formatos de la industria del entretenimiento.
El auge de su carrera artística
Entre 1998 y 2003, Marixa Balli editó tres discos más: Cachaqueando (1998), Marixa Balli (1999) y Rebelde soy (2003). Paralelamente, se incorporó a distintas obras de teatro de revista, donde combinó música, baile y actuación. Su estilo audaz y su personalidad espontánea la convirtieron en una figura habitual de los escenarios veraniegos y en una de las mujeres más fotografiadas de su generación.
Durante esos años también posó para reconocidas revistas y campañas publicitarias, reforzando su perfil como modelo y figura del espectáculo. Las fotos de Marixa Balli de esa época reflejan su estética característica: peinados voluminosos, maquillaje marcado y una actitud segura frente a la cámara, rasgos que definieron su imagen pública y la convirtieron en un ícono de los 90.
Reinvención y regreso a la televisión
Luego de un tiempo alejada de los medios, la artista encontró una nueva forma de expresarse a través del emprendimiento. En el barrio de Flores abrió su propia zapatería, un negocio que gestiona personalmente y que se transformó en un símbolo de su capacidad para reinventarse.
Su regreso a la televisión se dio de la mano de Ángel de Brito, quien la convocó para formar parte del panel de LAM. Desde entonces, Marixa Balli volvió a conquistar al público con su espontaneidad, su humor y su mirada sincera sobre el mundo del espectáculo. Actualmente, también participa en MasterChef Celebrity, donde muestra una faceta más relajada y cercana.
Marixa Balli hoy: entre las redes y el cariño del público
Con más de 512 mil seguidores en Instagram, Marixa Balli mantiene un vínculo activo con sus fanáticos. En su cuenta suele compartir recuerdos de su carrera, fotos inéditas y momentos cotidianos que reciben miles de “me gusta”. Su regreso a la televisión y su presencia en redes le permitieron conectar con una nueva generación que redescubre su historia, recrea sus frases icónicas y celebra su energía.
El antes y después de Marixa Balli refleja no solo los cambios en su imagen, sino también su capacidad de adaptación y permanencia en un medio que evoluciona constantemente. De las luces del teatro a las cámaras de televisión, sigue siendo una figura que combina talento, carisma y una autenticidad que atraviesa generaciones.
