Las ojeras son una de las principales preocupaciones estéticas del rostro, y aunque muchas veces se intentan disimular con maquillaje, lo ideal es abordar su origen. Según la dermatóloga Cristina Sciales, las ojeras no son todas iguales: pueden deberse a pigmentación, dilatación de capilares, pérdida de volumen o incluso al estrés y la falta de sueño.
La piel del contorno de ojos es hasta cuatro veces más fina que la del resto del cuerpo, lo que la hace especialmente vulnerable. Pero existe un truco de oro para mejorar visiblemente el aspecto de las ojeras.
Se trata de combinar tres pilares clave: descanso, tratamientos tópicos adecuados y masajes linfáticos faciales. Dormir al menos 7 horas por noche, mantener una alimentación rica en antioxidantes y reducir el estrés ya marca una diferencia. A esto se suma el uso de cremas con cafeína, niacinamida o ácido hialurónico, que ayudan a reducir la pigmentación, descongestionar y reafirmar la zona.
Otros métodos para cubrir las ojeras
Pero el verdadero “game changer” es el masaje linfático. El doctor Frédéric Lange lo recomienda especialmente para quienes sufren retención de líquidos. Se puede hacer con los dedos, rodillos de jade o cucharitas frías, siempre con movimientos suaves desde la sien hacia el lagrimal. Este método activa la circulación, reduce la inflamación y potencia la acción de los cosméticos.
Si bien estos pasos ayudan mucho en casa, no todas las ojeras pueden desaparecer por completo. Cuando son persistentes o están vinculadas a causas hormonales o genéticas, lo mejor es consultar con un profesional. En esos casos, tratamientos como láser, peelings despigmentantes o rellenos con ácido hialurónico pueden ofrecer resultados notables.
Conocer el tipo de ojera, tratar su causa y ser constante con el cuidado diario es el camino más efectivo para lucir una mirada más descansada y luminosa. Y aunque no existe una cura mágica, sí hay un combo poderoso que funciona.