Con un banquito de madera bajo el brazo, Cristian Mohaded llegó a Milán hace veinte años. Ahora regresa a esa ciudad con otro protagonismo: como el primer diseñador argentino convocado por Louis Vuitton para crear piezas únicas que combinan lujo, artesanía y memoria cultural. La presentación fue en el marco de la Semana del Diseño, en los majestuosos interiores del Palazzo Serbelloni, y marcó un nuevo hito en la carrera de este creador nacido en Recreo, Catamarca.
Mohaded se graduó como diseñador industrial en la Universidad Nacional de Córdoba y desde entonces construyó un camino singular. Su estilo conjuga la nobleza de los materiales, el respeto por los saberes ancestrales del noroeste argentino y una mirada contemporánea que cruza arte, diseño y oficio. En su trayectoria destacan piezas como las columnas tejidas con simbol, una técnica de cestería típica del norte, o su reversión del icónico sillón de Jean-Michel Frank con materiales criollos y cardón jujeño.
Ahora, ese universo identitario dialoga con el savoir faire de Louis Vuitton. Durante un año y medio trabajó con la casa francesa en el desarrollo de las colecciones Signature y Objets Nomades, que incluyen muebles, luminarias, textiles y vajilla. El resultado es una síntesis impecable entre el lenguaje visual de la marca y la impronta de Mohaded: el sofá Aventura toma elementos estructurales de los históricos baúles Vuitton, la lámpara Noé reinterpreta el bolso Steamer y una alfombra evoca la Chacana, símbolo andino de unión entre cielo y tierra.
La colaboración no fue unilateral. “Nada fue cien por ciento de un lado ni del otro. Querían que se vea la impronta de cada uno, y eso fue lo que más me gustó”, contó Mohaded a Clarín. Además, destacó que el lujo contemporáneo se redefine desde lo hecho a mano y lo artesanal: “Eso es lo que las marcas están mirando”.
Con una filosofía que rehúye etiquetas, Mohaded prefiere hablar de diseño como una herramienta cultural antes que como una categoría rígida. “Para algunos lo mío no es diseño, es artesanía. Para mí, es diseño. No me interesa empaquetarlo”, afirma. Su práctica parte del territorio, del tiempo, de la observación y de un respeto profundo por los procesos. Dice ser una “esponja”, atento a lo que lo rodea, desde una baranda en el subte de París hasta la vida de un maestro cesteador como Lorenzo Reyes, a quien homenajeó en la Bienal de Diseño de Londres.
El motivo por el que Cristian Mohaded elige seguir viviendo en Buenos Aires
Mohaded podría tener su estudio en Europa, pero elige seguir trabajando desde Buenos Aires. “A veces te satura, pero también moviliza. Acá hay mucho por hacer”, dice. Próximamente presentará nuevos proyectos de interiorismo y mobiliario, con la premisa de utilizar solo materiales nacionales y seguir impulsando un diseño que dialogue con lo local.