Las camisas son una de las prendas más populares en todo el mundo, ya que además de aportar elegancia y formalidad, hay de diversos modelos y telas. Sin embargo, la mayoría de sus usuarios alrededor del mundo no saber aprovechar al 100% el diseño estratégico que tienen, ya que no usan correctamente "la tirita" que tienen por detrás.
En la parte trasera, justo debajo del cuello y donde inicia la espalda, muchas camisas suelen tener incorporada una pequeña tira de tela. Este detalle pequeño cumple un rol fundamental que muchas personas desconocen: sirve para colgarla en cualquier lugar sin que se arruguen.
Esta costumbre se remonta hace muchos años atrás, en el siglo XX, cuando los marinos de guerra tuvieron que encontrar una solución para tener su ropa presentable y sin que ocupe mucho espacio en el equipaje. Al doblarlas, las camisas suelen perder su forma y ocupan más lugar que colgadas, por este motivo le sumaron esta tira para poder colgarlas directamente de la percha para que no se arruguen ni ocupen más lugar.
Con el tiempo la tradición fue cambiando: incluso hubo una época en que las novias ataban un mechón de pelo en esta zona para "marcar" que su pareja que ya estaba comprometida. Ahora, las marcas suelen incorporarla a sus diseños de camisas como un modo de respetar el molde original y para poder colgarlas sin que se deforme o se arrugue la prenda.
Cómo planchar correctamente una camisa para que quede sin una arruga
Planchar una camisa puede parecer una tarea sencilla, pero lograr un resultado prolijo y sin arrugas requiere de técnica y paciencia. Ya sea para una ocasión especial o simplemente para mantener una buena presencia en el día a día, seguir algunos pasos básicos puede marcar la diferencia.
Lo primero es preparar la camisa. Asegurate de que esté limpia y ligeramente húmeda; si está completamente seca, podés rociarla con un poco de agua para facilitar el planchado. Elegí una superficie plana y firme, preferentemente una tabla de planchar, y verificá que la plancha esté limpia y ajustada a la temperatura adecuada según el tipo de tela (por ejemplo, más baja para fibras sintéticas y más alta para algodón).
El orden del planchado es clave. Se recomienda comenzar por el cuello, planchando primero el interior y luego el exterior, de los bordes hacia el centro. Luego seguí con los puños, también primero por dentro y luego por fuera. Continuá por las mangas, estirándolas bien sobre la tabla para evitar marcar líneas no deseadas. Planchá desde el hombro hacia el puño con movimientos suaves y firmes.
El siguiente paso es el canesú, la parte superior de la espalda que conecta con los hombros. Colocá esa sección sobre la punta de la tabla para trabajarla con mayor precisión. Después, planchá el frente de la camisa, empezando por el lado con botones. Tené cuidado de no pasar directamente sobre ellos, ya que podrían dañarse o dejar marcas. Por último, planchá la parte trasera, alisando bien la tela con las manos antes de pasar la plancha. Una vez finalizado, colgala de la tirita trasera para evitar que se arrugue.