El doctor Sergio Alfieri, jefe del equipo médico que atendió al papa Francisco en el hospital Gemelli de Roma, reveló este jueves conmovedores detalles sobre los últimos momentos de vida del pontífice. En declaraciones a medios italianos, Alfieri recordó cómo fueron las últimas horas del Papa, quien falleció el 21 de abril a las 7:35 de la mañana (hora local) en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, a causa de un ictus que derivó en un coma y posteriormente en una parada cardiocirculatoria.
"Entré en su habitación y tenía los ojos abiertos. Comprobé que no tenía problemas respiratorios e intenté llamarle pero no contestaba", relató el médico. Al no obtener respuesta, Alfieri entendió que el pontífice había entrado en coma. “No respondía a los estímulos, ni siquiera a los dolorosos. En ese momento me di cuenta de que no podía hacer nada más”.
El cirujano, quien operó al Papa en dos ocasiones, señaló que se respetó su deseo expreso de no ser hospitalizado ni intubado. “Durante su última hospitalización pidió expresamente que no se procediera en ningún caso a la intubación. Le habría ayudado a respirar, pero habría sido difícil volver atrás y extubarle, con los pulmones infectados de virus”.
Alfieri explicó que fue el asistente personal de salud del Papa, Massimiliano Strappetti, a quien el pontífice consideraba como un hijo, quien dio aviso de su grave estado. “El lunes a las 5:30 de la mañana recibí una llamada: 'El Santo Padre está muy enfermo, tenemos que volver al Gemelli’. En veinte minutos ya estaba allí. Pero trasladarlo habría sido inútil y riesgoso, corríamos el riesgo de que muriera en el camino”.
Fue Strappetti quien, en cumplimiento de la voluntad del Papa, determinó que no se aplicaran medidas de encarnizamiento terapéutico. “Sabíamos que quería morir en casa. Siempre lo decía cuando estábamos en el hospital. Murió poco después”, relató Alfieri.
En otra entrevista, el médico sostuvo que Francisco nunca se expuso al peligro de forma imprudente, pero que “es como si, acercándose al final, hubiera decidido hacer lo que tuviera que hacer”. Recordó también el gesto del Domingo de Resurrección, cuando el Papa aceptó recorrer la plaza del Vaticano entre los fieles por última vez, impulsado por Strappetti.
Sobre la causa de la muerte, Alfieri concluyó que “fue uno de esos infartos que te llevan en una hora. Tal vez se inició un émbolo que ocluyó un vaso sanguíneo en el cerebro. Quizás hubo una hemorragia. Son sucesos que le pueden ocurrir a cualquiera, pero los ancianos que se mueven poco corren más riesgo”.
Por qué será destruido el anillo de pescador que usaba el papa Francisco
El anillo del Pescador, conocido como "Anulus Piscatoris", es uno de elementos más destacados del atuendo papal y se lo denomina así por San Pedro, que fue pescador y, de acuerdo a la religión católica, el primer papa. Se trata de uno de los símbolos más importantes en el Vaticano, ya que junto con un colgante llamado bulla servían tradicionalmente como sellos oficiales para las cartas y documentos oficiales conocidos como breves papales. Para evitar que se falsificaran cartas o decretos póstumos, ambos se rompían con un martillo tras su muerte.
Así, tradición establece que el anillo del difunto pontífice será destruido, o desfigurado al menos, dentro de los muros del Vaticano tras la muerte de papa. Habitualmente, se crea uno nuevo con el mismo material del papa antecesor. Sin embargo, cuando el predecesor de Francisco, Benedicto XVI, se convirtió en el primer papa en renunciar en seis siglos, se estableció una nueva tradición: se grabó una profunda cruz en la superficie del anillo con un cincel.
¿Por qué el anillo de Francisco era diferente?
El Papa argentino lo hizo diferente a su antecesor y decidió apelar a sus votos de humildad y modestia. Al asumir como sumo pontífice y pidió que su anillo no sea de oro puro, sino de plata dorada. No fue la creación de una nueva pieza, sino que utilizó un anillo del secretario de Pablo VI, el arzobispo Pasquale Macchi, fallecido en 2006.
Además, durante su papado rechazó el tradicional beso al anillo del papa. Francisco pedía que lo saluden con un apretón de manos o un beso en la mejilla. Esto generó polémica en 2019 cuando fue filmado retirando repetidamente su mano en el momento en que sus seguidores intentaban hacerlo, aunque el Vaticano explicó más tarde que había tenido la intención de reducir la propagación de gérmenes.
Si bien simboliza la autoridad papal, Francisco llevaba su anillo del Pescador en las ceremonias oficiales y para el uso diario lo cambiaba por un sencillo anillo de plata que databa de su época de cardenal. Se espera que sea destruido como lo marca la tradición.