Tener un jardín en un espacio reducido ya no es una utopía. Elegante, colorido y con un aroma inconfundible, existe un árbol capaz de transformar cualquier balcón o terraza en un rincón perfumado. Aunque los árboles son símbolos de la naturaleza que solemos asociar a grandes extensiones, hay especies que se adaptan perfectamente a la vida en maceta.
Para quienes tienen un patio pequeño o una terraza limitada, la opción ideal es el árbol de magnolia. Conocido como el "rey del jardín", esta especie deslumbra por su porte señorial, su follaje brillante y sus flores majestuosas. Si bien en condiciones naturales puede alcanzar hasta 35 metros, con los cuidados necesarios es posible mantenerlo en una versión compacta, perfecta para la ciudad.
El mayor atractivo de esta planta reside en sus flores, que son de gran tamaño y desprenden un perfume suave y dulce. Sus tonos varían entre blancos, rosados y violáceos, y lo mejor es que, según la especie, su floración puede extenderse desde la primavera hasta el otoño, inundando el ambiente de fragancia.
Cómo mantener la magnolia feliz en tu maceta
Cultivar un magnolio en maceta es totalmente posible, pero requiere de cierta constancia y atención, según explican expertos en jardinería. La magnolia disfruta del sol directo, aunque si vivís en una zona con veranos muy calurosos, se recomienda ubicarla en semisombra para proteger sus hojas de las quemaduras.
Respecto al recipiente, la elección de la maceta es crucial. Conviene elegir una que sea apenas más grande que el cepellón (la masa de raíces), ya que un tamaño incorrecto puede generar problemas de adaptación o limitar el crecimiento de las raíces. Cada vez que se realice un trasplante, la maceta nueva debe ser unos 15 centímetros más ancha y profunda que la anterior, dándole espacio para crecer.
El riego debe ser regular para mantener el sustrato húmedo, pero sin encharcar. En verano, lo ideal es regar entre dos y tres veces por semana; en invierno, una o dos veces. Además, como planta acidófila, el magnolio requiere un sustrato con pH bajo (entre 4 y 6), algo que se consigue fácilmente con tierra específica para este tipo de especies.
Finalmente, la poda debe ser ligera y no necesariamente anual, dado que el magnolio tiene un crecimiento lento. Bastará con una poda de mantenimiento al inicio de la primavera, enfocada en eliminar ramas secas o darle la forma deseada al árbol. Con estos cuidados, el árbol de magnolia en maceta se convierte en un protagonista elegante, de flores espectaculares y aroma inconfundible, ideal para esos espacios reducidos.
