Qué significa "coima": historia y origen de la palabra

Es mucho más que un delito: la palabra "coima" es un espejo cultural de las sociedades latinoamericanas y su relación con la corrupción. Qué significa y cuál es su origen.

15 de septiembre, 2025 | 08.58

En el lenguaje cotidiano de Argentina, Paraguay y Uruguay, “coima” se usa para hablar de un soborno. Pero su historia revela un recorrido mucho más amplio y complejo: surgida en el Río de la Plata en el siglo XIX, vinculada a mujeres y prácticas marginales, la palabra evolucionó hasta convertirse en un emblema del intercambio ilícito de dinero o favores. En la actualidad todavía aparece en medios y canciones, lo que recuerda a la persistencia de la corrupción en la región.

Lejos de ser solo un término coloquial, coima quedó instalada en la política y en la justicia, donde el equivalente formal es el delito de cohecho. Su uso popular, sin embargo, mantiene viva la memoria de un fenómeno social que atraviesa a muchas generaciones y contextos, lo que transformó esa palabra en un símbolo del desafío que representan las prácticas ilegales especialmente en la región de América Latina.

El origen de la palabra coima

De acuerdo a la Real Academia Española (RAE), coima significa soborno: “dádiva con que se soborna”. Sin embargo, sus raíces son más antiguas y variadas. En el Río de la Plata, el término aparece en el siglo XIX para referirse a mujeres vinculadas a la prostitución, y con el tiempo se amplió para incluir intercambios ilícitos en barrios porteños, conocidos como “picardías criollas”. De este modo, coima comenzó a asociarse con prácticas fuera de la ley, hasta consolidarse como sinónimo de soborno en el vocabulario político y judicial.

En países como Argentina, Paraguay y Uruguay, la palabra mantiene un peso cultural propio. Su historia refleja cómo los cambios sociales y económicos influyen en el lenguaje, y cómo un término que surgió en contextos marginales puede trascender hacia los espacios más formales del poder y la política.

Coima y su vínculo con el soborno

Hoy, coima se entiende casi exclusivamente como un soborno: el acto de entregar dinero o favores a un funcionario para que realice —o deje de realizar— un acto relacionado con su cargo. En la legislación argentina, la figura legal es el cohecho, pero coima sigue siendo la palabra preferida en el habla cotidiana y en los medios.

Este uso cotidiano también se refleja en la cultura: novelas, documentales y hasta canciones muestran la coima como un fenómeno persistente. Más allá de su dimensión legal, la coima ya forma parte del imaginario social latinoamericano y funciona como un espejo de la desconfianza hacia las instituciones.