La shakshuka es uno de esos platos que llenan la cocina de aroma y color. Originaria de Israel y popular en todo Medio Oriente y el norte de África, este desayuno combina huevos frescos escalfados en una salsa de tomate llena de especias intensas. La receta es sencilla, nutritiva y perfecta para compartir. Además, lo mejor es que se cocina en una sola sartén y se sirve directamente a la mesa, lista para mojar con un buen pan.
Este tradicional plato de Medio Oriente tiene diferentes versiones en cuanto a su preparación. Se puede hacer un plato bien contundente sumando cubos de queso feta o trocitos de chorizo antes de cocinar los huevos. se le puede añadir picante, aumentando la cantidad de ají molido o agregando unas gotas de salsa harissa.También, se le puede incorporar más verduras sumando zucchinis, berenjenas o espinaca para un plato más completo y servila con hummus, labneh y aceitunas para una experiencia 100% mediterránea.
Con esta receta, un desayuno tradicional israelí se convierte en un plato colorido, aromático y reconfortante, listo para compartir y disfrutar en cualquier ocasión.
Ingredientes para preparar la shakshuka
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2 cucharadas de aceite de oliva
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1 cebolla mediana, picada
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1 morrón rojo, en cubitos
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2 dientes de ajo, picados
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1 lata de tomates perita pelados o 4 tomates frescos maduros, picados
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1 cucharada de pasta de tomate (opcional)
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1 cucharadita de comino molido
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½ cucharadita de pimentón dulce o ahumado
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½ cucharadita de ají molido o chile en escamas (opcional)
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Sal y pimienta negra a gusto
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4 huevos frescos
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Perejil o cilantro fresco picado, para terminar
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Pan tipo pita, baguette o masa madre, para acompañar
Preparación de la shakshuka:
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En una sartén amplia, calentá el aceite de oliva a fuego medio y salteá la cebolla y el morrón 5-6 minutos, hasta que estén tiernos.
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Agregá el ajo y cociná 1 minuto más.
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Sumá el comino, el pimentón y el ají molido, mezclando para que liberen su aroma. Incorporá los tomates con su jugo y la pasta de tomate.
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Cociná a fuego bajo 10-15 minutos, aplastando los tomates con cuchara hasta obtener una salsa espesa. Salpimentá a gusto.
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Hacé pequeños huecos en la salsa y cascá un huevo en cada uno.
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Tapá la sartén y cociná 5-8 minutos, hasta que las claras estén cocidas pero las yemas aún cremosas.
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Espolvoreá con perejil o cilantro fresco y llevá la sartén directamente a la mesa. Acompañá con pan para mojar en la salsa y las yemas.