Cómo saber si sufrís erotomanía, el peligroso trastorno de la obsesión amorosa

Todo sobre la erotomanía, un peligroso trastorno obsesivo que puede afectar la vida social y emocional del afectado.

24 de septiembre, 2025 | 19.08

La erotomanía, también conocida como delirio de Clérambault, es un trastorno psicológico poco común, pero que puede llegar a ser potencialmente obsesivo, que puede afectar la vida emocional y social de los afectados. Los detalles para saber cómo detectar rasgos de erotomanía en una persona.

La erotomanía es la firme creencia de que otra persona, a menudo de mayor estatus social o famosa, está enamorada del afectado, incluso cuando no existe evidencia alguna de ello. Aunque esta ilusión puede parecer inofensiva en casos aislados, puede afectar gravemente la psiquis y la salud emocional de quien la sufre.

El psiquiatra francés Gaetan Gatian de Clérambault describió este trastorno en el siglo XIX, detallando tres fases típicas: la esperanza, donde la persona experimenta una conexión casi mística con su supuesto amante; el despecho, cuando percibe que ese amor no existe o ha terminado; y el rencor, fase en la que el afecto se transforma en odio hacia quien antes se idealizaba. Para el psicólogo español Sergio Lamarca Cano, la erotomanía no se centra en la atracción sexual, sino en un amor romántico idealizado y espiritual, constituyendo un delirio paranoico en el que la relación es extremadamente improbable.

Cuáles son los síntomas de la erotomanía

  • Amor centrípeto, que hace sentir al afectado amado incondicionalmente.
  • Automatismo mental, que provoca incapacidad de controlar recuerdos o pensamientos y alucinaciones no reconocidas.
  • Enturbiamiento de la conciencia, con recuerdos confusos o vacío mental.
  • Paranoia, al interpretar la realidad de manera subjetiva mientras las demás relaciones sociales permanecen normales.

La erotomanía suele aparecer alrededor de los 40 años y es ligeramente más frecuente en mujeres. Factores genéticos, ambientales y experiencias de vida difíciles, como soledad, estrés o abuso, contribuyen a su desarrollo. Las personas afectadas suelen ser hipersensibles, desconfiadas, tímidas, narcisistas o socialmente evitantes.