Cristina Pérez estuvo como invitada en la última emisión de La Peña del Morfi. En el reconocido ciclo de Telefé, interpelaron a la famosa conductora con algunos objetos que la vinculaban a su infancia: el primero de ellos fue un cepillo, objeto que la mujer empleaba de niña a modo de micrófono, un recuerdo que generó el brote de algunas lágrimas.
La mujer de los medios logró transitar los demás ítems presentados con cierta compostura, aunque llegó uno en particular que la desorbitó: un plato de chupines de pescado. "¡No lo puedo creer, cocinaron un chupín de pescado!", expresó totalmente sorprendida. "Sí, como hacía tu padre", le respondió Diego Leuco. Y esa compostura, que a gatas había logrado mantener, se derrumbó.
El desconsolado llanto de Cristina Pérez recordando a su padre
Lejos de poder mantener la conversación con uno de los conductores del programa, se llevó las manos a la cara y lloró de manera desconsolada. Después de casi un minuto en silencio y tratando de recuperarse, deslizó: "Es lo primero que me animé a cocinar, hace muy poco, porque sentí que de esa forma también estaban en mis manos las manos de mi viejo".
"Se fue hace muy poco, le dediqué mi libro. Se fue con una dignidad mi papá...", rememoró con la voz entrecortada. "Mis padres tuvieron una vida difícil, los dos eran polos opuestos entonces la vida era muy convulsionada entre ellos, pero se amaron mucho", sumó, añadiendo que "los dos sufrieron habernos criado en medio de tanto lío", pero que "al final de la vida, a los dos le tocaron pruebas muy duras". "Mi padre no aguantó la muerte de mi mamá, no la aguantó a pesar de que estaba en pareja desde hacia años con una mujer maravillosa, con María Inés", continuó.
"Le reapareció un cáncer muy duro y la dignidad que tuvo para pelear ese tiempo, hace que cada vez que yo tengo un pequeño problema me acuerde que él. Un día que estábamos todos preocupados, nos mandó un video bailando y cantando para que no nos preocupáramos. Pero le dolía todo, porque el dolor que tenía era insoportable. Le dije el otro día a mis hermanos, que papá y mamá se fueron más grandes que todos sus errores o pecados de juventud y nos dejaron una herencia humana tremenda. Mis padres viven en nosotros", concluyó.
