La cocina, ese rincón de la casa donde se cuecen los sabores y los recuerdos, no escapa a las tendencias en decoración. En los últimos tiempos, los expertos coinciden en que el minimalismo frío y moderno empieza a ceder terreno frente a un estilo que prioriza la nostalgia y la calidez: el regreso de las cocinas con alma de “abuela”.
El atractivo de esta corriente reside en recuperar muebles con historia y detalles que evocan momentos familiares. Los colores suaves son protagonistas, ya que buscan transformar la cocina en un espacio acogedor y entrañable, ideal para compartir.
Cómo decorar la cocina para que quede "retro"
Entre los elementos que marcan esta estética destaca el metacrilato, un material estrella del modernismo de mediados del siglo pasado que vuelve a conquistar el diseño actual. Su transparencia permite incorporar carritos, barras o taburetes sin sobrecargar el ambiente, aportando un aire fresco y sofisticado.
También se imponen los pequeños toques de color: los tonos pastel como azul cielo, verde menta o amarillo manteca remiten a los años 50 y llenan el espacio de calidez. Se los puede sumar en pequeños electrodomésticos, vajilla o detalles decorativos.
La iluminación juega un rol clave: las lámparas retro, especialmente las de acabado mate o formas geométricas, añaden carácter sin esfuerzo. Además, el clásico banco en el comedor diario resurge como símbolo de confort y familiaridad, sobre todo si está tapizado con colores y patrones.
Por último, las colecciones a la vista son otro sello distintivo. Exhibir la vajilla antigua heredada en una vitrina no solo decora sino que convierte a la cocina en un homenaje vivo a las tradiciones familiares.