Poné cáscaras de mandarina en agua caliente: el truco natural que vas a querer probar

Un simple truco con cáscaras de mandarina y canela que transforma por completo el ambiente de tu casa.

07 de noviembre, 2025 | 15.54

Cada vez más personas eligen volver a lo simple: los trucos naturales y caseros para mantener el hogar limpio, perfumado y con buena energía. Entre esas recetas que pasan de boca en boca, hay una combinación que se está volviendo tendencia por su aroma irresistible y sus múltiples beneficios, que es hervir cáscaras de mandarina con canela.

Este sencillo ritual no solo aprovecha ingredientes que casi siempre tenemos en casa, sino que también transforma el ambiente en pocos minutos. Al hervir las cáscaras de mandarina junto con las ramas de canela, el aire se llena de una fragancia dulce, cítrica y especiada que invita a relajarse y genera una sensación de bienestar inmediata.

Cómo preparar la infusión con cáscaras de mandarina

Solo necesitás un litro de agua, las cáscaras de una o dos mandarinas y una o dos ramas de canela. Colocá todo en una olla, llevá a hervor y luego bajá el fuego. Dejá que la mezcla se cocine a fuego lento durante 10 a 15 minutos. En poco tiempo, tu casa se impregnará de un aroma natural que transmite limpieza y calma. Un tip extra: si querés que el perfume dure más, dejá la olla destapada o ubicála en un rincón seguro para que el vapor se esparza por todo el ambiente.

Las cáscaras de mandarina tienen propiedes aromáticas.

Las cáscaras de mandarina están llenas de aceites esenciales naturales que liberan un perfume fresco y revitalizante. Su aroma no solo perfuma, sino que también ayuda a mejorar el ánimo, reducir el estrés y neutralizar los malos olores del hogar.
La canela, por su parte, aporta una nota cálida y reconfortante, perfecta para los días fríos o cuando buscás crear una atmósfera acogedora. Además, sus propiedades antimicrobianas contribuyen a mantener el aire más limpio y el ambiente con una sensación de pureza. Un gesto tan simple como hervir unas cáscaras puede transformar tu casa en un refugio sensorial. Natural, económico y efectivo.