Un sacerdote estuvo muerto por unos minutos, volvió a la vida y luego contó qué experimentó en ese rango de tiempo que no estuvo en este plano. El hombre en cuestión asegura que el hecho que vivió marcó un antes y un después y que ya no ve la realidad con los mismos ojos de antes.
El pastor Gerald Johnson contó que en 2016 sufrió un ataque cardíaco que lo llevó a vivir una experiencia cercana a la muerte. Durante ese episodio, el hombre reconocido por compartir mensajes espirituales y reflexiones basadas en su fe aseguró que su espíritu se separó de su cuerpo y descendió al infierno, un lugar que describió con detalles.
Según su relato, las visiones y sensaciones que experimentó fueron tan intensas que marcaron su vida para siempre. Desde entonces, afirma que nadie debería pasar por algo similar y que su experiencia es, ante todo, una advertencia sobre la importancia de la fe y las decisiones que se toman en vida.
"Yo vi el verdadero infierno, estuve ahí. No se lo desearía ni a mi a peor enemigo, no me importa lo que una persona me haya hecho. Pensé que me estaba dando un infarto y mi espíritu abandonó mi cuerpo físico”, contó el pastor en un video y aseguró que en ese lapo de tiempo se fue hacia el centro de la Tierra. Además se refirió a la aparición de un demonio en lo que experimentó: "Yo sabía que este demonio fue enviado a la vida de este hombre para montarlo desde su infancia hasta el momento en que murió, porque el demonio sabía que si podía seguir logrando que tome malas decisiones y seguir logrando que no sirva a Dios, entonces tendría poder sobre él en el infierno y sería su esclavo".
La experiencia paranormal de Yanina Latorre
"Edimburgo es una ciudad muy mística, está la universidad para psicología, hay toda una historia de una ciudad oculta. Están las brujas de Edimburgo. Ellos creen en todo ese tipo de cosas, la reencarnación, las brujas y tiene mucha historia la ciudad. Todo el mundo me dijo: ‘Andá a hacer el tour de los fantasmas’. El día que llegué no tuve mejor idea, ocho de la noche, me clavo en el tour de los fantasmas", comentó Latorre. Y siguió: "Una mina divina te cuenta toda la historia, te lleva a los cementerios. En Edimburgo tienen una relación con el cementerio, que es una plaza. Está todo abierto, los chiquitos andan en bicicleta, hacen picnic, la gente está en las lápidas. O sea, vos caminás por el cementerio y hay gente ahí. Yo ya iba por los cementerios sintiéndome rara".
