Ir al cine, históricamente una de las salidas más baratas, ya dejó de serlo y la crisis económica que se vive en medio del Gobierno de Javier Milei agravó la situación. Si bien la entrada promedio de cine está $7.443.23, según valores extraídos del sitio web del INCAA, las grandes cadenas de cine han fijado el precio de sus tickets por el doble de esta cifra. Aún así, existe un espacio de Buenos Aires que ofrece entradas a 3 mil pesos para ver películas: los detalles del popular cine club porteño.
Quienes estén en Buenos Aires y quieran ir al cine por 3 mil pesos pueden hacerlo ya que el MALBA, ubicado en Recoleta, es sede del Cine Club Nocturna, espacio en el que todos los sábados a las 24 horas se proyectan películas en fílmico (en copias de 35 y 16 mm). La próxima función es el sábado 13 de agosto y se vera Yojimbo (1961), un clásico de acción de Akira Kurosawa. Las entradas pueden comprarse en el sitio web del museo o en la boletería.
En una entrevista de 2022 con El Destape, el creador del Cine Club Nocturna Christian Aguirre reveló cómo fueron los inicios del espacio que lleva más de dos décadas en actividad: "En un momento empezamos a juntarnos unas 15 personas a ver cine fantástico en el ‘87, y ese germen se potenció cuando conocí a mi amigo "El Gordo" Fabiano (Octavio Fabiano, coleccionista y divulgador de cine quien presentó el programa de televisión Filmoteca, junto a Fernando Martín Peña, hasta su muerte en 2003) y me invitó a formar parte de sus proyectos. Ya enganchado en el trabajo de restauración y proyección de cine en fílmico en el '94 hice la primera función de Nocturna, en el cine Arte, con un festival de series que recuperamos y estoy seguro de que era Ultra 7".
Películas en fílmico a 3 mil pesos
"Las películas que llegan rotas se arreglan todas a mano. Las limpiamos y las arreglamos. El único problema es el avinagramiento de las cintas, que es como una enfermedad de la película porque no le entra aire. Considero que para solucionar esto habría que tenerlas sin enlatar, al aire libre. Hemos llegado a sacar películas de la basura, otras las recuperamos del abandono o las acercaron las distribuidoras, aunque, lamentablemente, también perdimos muchas en la época de los militares. Me dolió tanto la vez que un amigo me llamó para avisarme que habían hachado Blade Runner y Excalibur… La distribuidora tendría que haber donado una copia pero esa es una cultura que acá nunca existió. No hay una política de Estado para la conservación de películas y eso debería estar regido por Ley", expuso sobre el proceso de restauración de las películas.