Un libro por momentos alegre, desgarrador, tormentoso, sereno, interesante, perturbador, pueblerino, filosófico, dramático, errante y, por último, cómo la realidad de aquel tiempo, distopico. Todo eso es San José Dormido, una obra que recrea como una pareja de hombres gays atraviesa la pandemia en un convento del pueblo cordobés de Jovita.
Con humor y por momentos profunda conmoción, el libro muestra los estados de ánimo de los jóvenes que deben enfrentarse al virus, a dos familiares contagiados, a la persecución de las monjas y al encierro. Pero no todo es malo: tienen una pequeña amiga, a una confidente, la fraternidad de la pareja y la comida de su lado.
La obra de José Ignacio Scasserra cobra dinamismo cuando uno de los personajes recuerda el pasado. Rememora el primer "polvo", la convivencia, los problemas laborales y los juegos del destino.
San José Dormido no solo es una novela de ficción. También es un viaje para ver la importuna muerte, la discriminación sexual, las fuentes del deseo, la intolerancia de la religión y la contención de una familia.
-¿Cómo surgió la novela?
-Scasserra: Con mi pareja en la cuarentena del coronavirus tuvimos que planificar un viaje a su pueblo natal por una situación familiar. En Jovita, el pueblo donde transcurre la novela, nos dicen que al llegar hay que hacer la cuarentena en el convento de las monjas. Y a mí me pareció brillante la idea porque dije "una pareja gay haciendo cuarentena en un convento". Bueno, me pareció muy entretenido. Finalmente el viaje no sucedió, cancelamos todo, pero a mí la idea me quedó dando vueltas y así surgió un pequeño cuento de 13 páginas de una pareja homosexual que se despierta en un convento de monjas después de hacer cuarentena. Mandé esa primera versión al taller donde participo y prendió la idea de trolos y monjas.
-¿Por qué elegiste la primera persona del singular para contarla?
-Me parece que funciona porque lo que estamos viendo es una historia de alguien que sale de determinado espacio para volver. Y en ese sentido quizás una una voz en primera le funciona porque se va cargando de lo que va pasando, va sedimentando los acontecimientos del texto y se va desplegando también el mundo interno del personaje, que quizás en una voz en tercera cuesta más desplegar. Esta prisión psicológica y física que es el convento para Lucas cobra sentido con la primera persona
Igual probé todo, hubo hubo una época donde era en tercera focalizada en Javier que es el otro personaje. La verdad es que es muy azaroso qué funciona y qué no funciona. En ese sentido yo confiaba mucho en mis compañeros de taller. El día que mandé la primera entrega con una voz en primera, en presente, que se iba el pasado para contar un recuerdo y volví al presente, ahí funcionó. Me acuerdo mucho de de ese día donde dijeron, "Ya apareció la voz. Encontraste la voz."
-El libro relata la sexualidad, la religión, la vida y la muerte. ¿Pensaste antes en esos hechos o la narración te llevó a contarlos?
-A mí la religión, la sexualidad, el deseo me han obsesionado muchísimo. Quizás lo que pasó fue que al desarrollar la narración, me di cuenta que todo maridaba muy bien, porque digamos ¿cómo volver viable la fe en una pareja gay? Es uno de los desafíos que tiene este texto. Y yo creo que un poco lo que nos confrontó el COVID en su momento. Es tal la catástrofe que hay allá afuera que es muy humano y muy entendible querer buscar un refugio. Y ese refugio puede ser la religión en este caso o más que la religión o la fe, simplemente la comunidad armada con estas hermanas, con estas monjas rurales.
Me parece que por eso, quizás la vida y la muerte aparecen tan fuertes en el texto. Me acuerdo que pensaba: "en algún punto toda religión existe porque existe la muerte. Si los seres humanos fuéramos inmortales, no hubiéramos inventado la religión". En algún punto es la religión es una negación de esa mortalidad, es una especie de placebo psíquico que tenemos para evitar confrontar el hecho de que somos mortales y vamos a morir. Entonces me parece que quizás por eso funciona tan bien en una novela que trabaja sobre la fe, que trabaja sobre la religión, involucrarse con esta muerte que acampa a sus anchas.
Acerca del autor:
José Ignacio Scasserra (Buenos Aires, 1991) es profesor de Filosofía, diplomado en Educación Sexual Integral, magíster en estudios interdisciplinarios de la subjetividad y doctor en Filosofía. Desarrolló su carrera académica en la Universidad de Buenos Aires, gracias a una beca doctoral del CONICET. Ha trabajado también en docencia secundaria y en programas educativos con niños, niñas y adolescentes. Publicó textos en Anfibia, Orsai, Tierra Roja y Agenda Feminista. También publica artículos en diferentes medios académicos. Es docente de escritura creativa en el taller literario El Cuaderno Azul. San José dormido es su primera novela.