Cap'n Jazz, la leyenda del emocore, debutó en suelo porteño con un breve pero emotivo show en el que hizo un repaso de Schmap'n Schmazz (1995), su único disco, con el que sentaron las bases de un sonido que años después replicarían cientos de bandas en todo el mundo. Una visita fugaz que demoró 30 años y difícilmente se repita.
Haciendo gala de su buen gusto, Indie Folks sorprendió con un inesperado recital para llorar, gritar y emocionarse: Cap'n Jazz llegó a Buenos Aires 30 años después del lanzamiento de su primer y único disco. Pero a diferencia de muchas visitas de este tenor, el público se repartió entre treintañeros/cuarentones y jóvenes que abrazan estos sonidos gracias a una nueva generación de bandas, representada en la noche del lunes 10 de noviembre por Clamor, encargada de abrir el show del grupo de los hermanos Tim y Mike Kinsella.
Una hora de catarsis colectiva le bastó a Cap'n Jazz para meterse entre los shows más emotivos del año, cargado de gritos, abrazos y lágrimas. Como sucede con otros visitantes, Tim Kinsella se mostró tan agradecido como sorprendido por lo que generaban las canciones que escribieron hace tres décadas, pero que hoy tocan mejor, como le contó a Indie Hoy en la previa. Pese a su buena onda general, el cantante no se privó de cortar en seco a un grupo que empezó a cantar "Argentina, Argentina" en medio del show: "¿Se imaginan si nosotros empezáramos a cantar 'USA, USA'?".
Un momento muy divertido sucedió instantes después de que Kinsella tirara su pandereta al público. Es que la banda debió estirar la canción que estaban tocando porque el instrumento no volvía y no podían terminarla, hasta que apareció y todo Niceto explotó. Con la dinámica ya clara de que debía regresar al escenario, la pandereta fue y volvió durante el resto del recital sin problemas.
A escasos centímetros del desborde emocional, Cap'n Jazz tocó los clásicos que la convirtieron en guía de una generación de punks sensibles, disonantes y desorientados. Basil's Kite, In the Clear, Yes, I Am Talking to You, The Sands Have Turned Purple, Ooh Do I Love You y Oh Messy Life se sucedieron, entre tantas otras. Incluidos los primeros 10 segundos de Waiting Room, de Fugazi, que terminó en solo un amague. Aunque a la hora de los covers se despacharon con dos espectaculares: For Nate's Brother Whose Name I Never Knew or Can't Remember (de Owls, banda integrada por varios de los Cap'n Jazz) y un frenético Take on Me (A-ha).
Una banda que duró poco (un solo disco y una recopilación post-separación), pero que marcó un camino que siguieron muchas bandas: euforia, punk, caos, sensibilidad, desbordes, gritos, disonancia. La visita que nadie esperaba pero que todos agradecieron, Cap'n Jazz redondeó un show histórico y de culto para el emo local.
