Atahualpa Yupanqui fue uno de los máximos exponentes del folklore argentino, parte del boom de ese género musical que se dio en la segunda mitad del siglo pasado. En ese sentido, su vida aún es relevante para la sociedad y por eso es pertinente recordar el día en que contó por qué eligió su nombre artístico.
El compromiso social y Atahualpa Yupanqui siempre estuvieron entrelazados; la premisa de toda su discografía fue visibilizar la realidad de los trabajadores, en especial de la vida rural. Al explicar por qué escogió su nombre artístico -ya que su nombre de pila es Héctor Roberto Chavero Aramburu-, el músico demostró cuán grande era su compromiso con su misión como artista..
"En el secundario, en una revistita que teníamos, empecé a firmar pequeñas coplas y sonetos con el nombre Yupanqui, que quiere decir 'haz de contar, narrarás'. Yo no tenía la menor conciencia, sabía que significada 'Narrarás? pero lo usaba para no firmar con mi nombre completo porque timidez, por vergüenza", comenzó su relato el folklorista en su entrevista. "Qué imaginaba yo que con el correr del agua en los ríos este nombre iba a alcanzar alguna significación en el camino musical, popular, folklórico. No tenía la manor idea que ese nombrecito iba a ser un determinante de mi destino. Le agregué el 'Atahualpa' cuando entendí que 'Ata' es venir, 'Hu' es lejos y 'Alpa', tierra: 'Viene de lejas tierras para decir algo'. Cuando comprendí que tenía algo que decir", cerró el músico.
Atahualpa Yupanqui reveló también cómo fue su infancia e hizo hincapié en su lugar de procedencia: "Nací en el campo, a 30 kilómetros de Pergamino. Cerca había otro pueblo que se llamaba Colón, que estaba a 25 kilómetros. Nací en el mes de enero y, según me contaron, llovía enormemente y había lodazales inmensos para ir a anotarme al regiustro civil".
Quién fue Atahualpa Yupanqui y por qué es un emblema del folklore argentino
Atahualpa Yupanqui se destacó como cantante, guitarrista, poeta y escritor, dedicando su obra a retratar la vida rural, las tradiciones del interior y las injusticias sociales. Su seudónimo combina referencias a líderes indígenas, reflejando su profundo respeto por los pueblos originarios y su identidad cultural.
A lo largo de su carrera, Yupanqui creó canciones y poemas que se convirtieron en clásicos, como Los ejes de mi carreta, El arriero y Luna tucumana. Su estilo sobrio y profundo influyó a generaciones de músicos y pensadores, tanto en Argentina como en el exterior; su legado reside en una mirada comprometida con la tierra, la memoria y el hombre común, lo que lo consolidó como una voz imprescindible del folklore y la cultura popular.
