Final explicado de "El refugio atómico", temporada 1 de la serie de Netflix

"El refugio atómico": la cúspide del lujo, lo tenebroso del encierro y un final con muchas preguntas abiertas.

24 de septiembre, 2025 | 12.30

La serie El refugio atómico, estrenada el 19 de septiembre en Netflix, es la nueva gran apuesta española de los creadores de La casa de papel, Álex Pina y Esther Martínez Lobato. Se trata de una ficción que combina el suspenso con la crítica social, desarrollada en un escenario que parece sacado de una pesadilla contemporánea: un búnker subterráneo de lujo construido para que multimillonarios sobrevivan a una eventual Tercera Guerra Mundial.

La historia se centra en el Kimera Underground Park, un refugio que ofrece todo tipo de comodidades como spa, restaurantes, gimnasio, jardines artificiales, pero cuya seguridad extrema no puede evitar que las tensiones entre sus habitantes estallen. El contraste entre el lujo y el miedo permanente a lo que sucede en la superficie alimenta la paranoia y la desconfianza.

El final incierto de "El refugio atómico"

La primera temporada, de ocho episodios, concluye con un desenlace que lejos de cerrar la historia la abre hacia nuevas posibilidades. En los últimos capítulos se revelan secretos clave sobre el origen de algunos personajes y sus verdaderas intenciones en el refugio. Las alianzas que parecían firmes comienzan a resquebrajarse, y varios protagonistas quedan atrapados en dilemas morales: ¿obedecer las reglas del búnker o rebelarse contra ellas?

Escena de la serie El refugio atómico.

El cierre de la temporada deja en evidencia que el Kimera no es tan inexpugnable como parecía. Se sugiere que el mundo exterior podría no estar tan devastado como los refugiados creen, lo que instala la duda sobre si han sido víctimas de un engaño. Al mismo tiempo, una traición interna desata una crisis que amenaza con destruir la frágil convivencia dentro del búnker.

El último episodio no ofrece resoluciones definitivas: plantea más preguntas alrededor de lo que los personajes piensan o creen sobre la superficie, sus luchas como comunidad y también las individuales. Deja la puerta abierta a una posible segunda temporada. La sensación final es de inquietud: el refugio, diseñado para proteger, puede convertirse en una prisión mortal donde el verdadero enemigo no está afuera, sino con ellos, debajo del suelo.