Happy Gilmore 2 llegó a Netflix y no tardó en convertirse en un fenómeno de visualizaciones. La esperada secuela de la comedia deportiva protagonizada por Adam Sandler retoma al legendario golfista varios años después de su primera aparición, ahora convertido en padre de familia y enfrentando una serie de golpes, no solo en la cancha, sino en la vida misma. A continuación, repasamos el final explicado de Happy Gilmore 2, que da cierre (aunque con guiños a más) a esta nueva etapa del personaje.
La historia arranca con un Happy asentado en lo personal y profesional. Está casado con Virginia Venit, tienen seis hijos y, por un momento, todo parece estar en orden. Pero la muerte repentina de Virginia lo desestabiliza por completo. A partir de ahí, Happy cae en picada: deja el golf, se queda sin ingresos, pierde su casa por una demanda y termina mudándose con su hija menor, Vienna, mientras los hijos mayores se las arreglan por su cuenta. Como si fuera poco, desarrolla una adicción al alcohol y termina trabajando en un supermercado.
Final explicado de "Happy Gilmore 2"
El giro llega cuando Happy se entera de que Vienna tiene la posibilidad de entrar a una prestigiosa escuela de ballet en París. Sin los medios económicos para costearlo, y con pocas opciones, decide volver al golf. Aunque en su regreso queda en sexto lugar y queda fuera del equipo principal, una baja inesperada (la renuncia del campeón Billy Jenkis, que se va al equipo rival Maxi Golf) le abre la puerta a una segunda oportunidad.
El villano de esta nueva entrega es Francis Manatee, interpretado por Benny Safdie, un empresario que quiere transformar el golf en un espectáculo más extremo. Recluta a golfistas jóvenes y hasta intenta convencer al viejo enemigo de Happy, Shooter McGavin, quien está internado en un psiquiátrico. Shooter se niega, escapa y finalmente decide apoyar a Happy. También reaparece Hal L. (Ben Stiller), ahora líder de un grupo de alcohólicos anónimos, que desestabiliza emocionalmente a Happy en la final, haciéndole recordar a Virginia.
En la competencia decisiva, todo parece estar perdido. Pero Shooter, ya parte del equipo, entra en reemplazo de un lesionado y logra una jugada clave. El tiro final queda en manos de Happy, quien, pese a las trampas del rival y la presión, consigue la victoria gracias al apoyo de su hija y su nuevo caddie, Oscar (interpretado por Bad Bunny).
La victoria le permite a Happy pagar la escuela de Vienna, regalarle un restaurante a Oscar y devolverle al golf su esencia tradicional. El cierre lo muestra con sus hijos en el aeropuerto, listo para iniciar una gira mundial. Mientras tanto, Manatee pierde todo y Hal L. termina preso.
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