Los dramas médicos se han convertido en una verdadera mina de oro dentro del mundo de las series. Desde el éxito sostenido de Grey’s Anatomy hasta la emoción desbordante de Doctor Milagro, el universo hospitalario ha demostrado ser un terreno fértil para historias intensas, relaciones complejas y dilemas éticos que mantienen al espectador al borde del sillón.
En esta línea, Netflix no se quiso quedar afuera y lanzó Pulso, su primera producción médica en inglés, ambientada en un centro traumatológico de Miami. La serie no tardó en conquistar al público: se convirtió en la segunda más vista a nivel global, solo por detrás de Adolescencia, y se ganó desde el principio el corazón de quienes amaron el drama de Meredith Grey.
Final explicado de Pulso, la serie de Netflix
Con solo una temporada, Pulso logró destacarse no solo por los casos clínicos que aborda, sino también por el trasfondo emocional de sus protagonistas, especialmente por el misterioso pasado de Xander, uno de los médicos centrales. El décimo episodio, que cierra la temporada, pone todas las cartas sobre la mesa y resuelve varios interrogantes.
El gran secreto que rodea a Xander finalmente se revela en el capítulo final de Pulso. A lo largo de toda la temporada, se sugiere que el médico huyó de su anterior hospital tras un suceso oscuro, y aunque su relación con Danny, su jefa directa, hizo pensar que podía tratarse de una cuestión personal, la verdad es mucho más dura.
Xander fue presionado por su jefa anterior para atender más pacientes en menos tiempo, una situación muy común en hospitales con exceso de demanda. Cuando Julio, un paciente muy cercano a él, llega a urgencias, decide hacerle un lugar en su agenda a pesar de la sobrecarga. Julio necesitaba una paracentesis, un procedimiento que requiere una ecografía previa. Para ganar tiempo, Xander omite ese paso. Horas más tarde, el joven regresa con un dolor insoportable y muere frente a él por una hemorragia interna: Xander había roto sin saberlo un vaso sanguíneo.
Los padres del médico, con recursos e influencias, pagaron para encubrir lo ocurrido y firmaron un acuerdo de confidencialidad que permitió que su hijo continuara ejerciendo en otro hospital. Sin embargo, la culpa lo persiguió, y en el episodio final decide contarle todo a Danny y también a la junta directiva del centro médico donde trabaja actualmente.
Este acto de sinceridad podría costarle su carrera, pero Xander afirma que ya no le importa: su única intención es hacer lo correcto. Danny, conmovida por su honestidad, decide retirar la queja que había presentado, y todo parece indicar que su relación podría seguir adelante en una próxima temporada.
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