Sol Negro se ha convertido en una de las series más comentadas de Netflix en Argentina, gracias a su atrapante mezcla de drama, secretos familiares y un thriller psicológico cargado de tensión. Ambientada en una lujosa finca de rosas del sur de Francia, la historia sigue a Alba, una madre soltera que llega al lugar para una entrevista de trabajo, buscando empezar una nueva vida junto a su hijo Leo. Sin embargo, lo que parece una oportunidad soñada se transforma en una pesadilla, donde el poder, los silencios y los abusos son moneda corriente.
Desde el primer episodio, la serie juega con las apariencias y las mentiras, pero es en su impactante final donde todas las piezas caen, revelando verdades ocultas que cambian el rumbo de cada personaje. A continuación te explicamos el desenlace de Sol Negro.
Final explicado de "Sol negro", la serie de Netflix
En los últimos capítulos de Sol Negro, la tensión alcanza su punto máximo. Manon se revela como la verdadera asesina de su abuelo Andreu, el patriarca de la familia, aunque el crimen recae oficialmente sobre su hermano Hadrien. Este, que había comenzado a acercarse a Leo, muere de forma trágica: el niño le dispara una flecha al confundirlo con su secuestrador por el tatuaje del sol en la espalda.
Este accidente permite encubrir los crímenes de Manon, que incluso había manipulado a Valentin para deshacerse también de Alba. Sin embargo, en un gesto inesperado, Alba decide no denunciarla. Ambas se despiden, conscientes de que la tragedia las une, pero también las separa para siempre.
Uno de los giros más oscuros llega con Valentin. Lo que parecía ser un simple empleado se transforma en una figura siniestra: un traficante de mujeres que drogaba y secuestraba inmigrantes para entregarlas a clientes. Fue él quien encerró a Alba en un ataúd y secuestró a Leo. Su arco se cierra cuando Noor, una de sus víctimas, lo asesina, convirtiendo su muerte en una especie de justicia poética.
Otro punto clave del final es el descubrimiento del origen de Alba: no es hija de Andreu, como se insinuaba, sino de Mathieu, fruto de su relación con Nadia, una trabajadora de la finca. Andreu ocultó todo para proteger la reputación familiar, enviando a Nadia lejos y separándola de su hija. Incluso Lucie, hermana de Mathieu, pagó caro por conocer la verdad, terminando en un psiquiátrico por hablar demasiado. Para sorpresa de todos, Nadia sigue viva y lleva una vida exitosa como perfumista.