Michael Schumacher ha sido uno de los pilotos más importantes de la Fórmula 1, siendo el primero en conseguir siete títulos y superar los cinco conseguidos por Juan Manuel Fangio en los inicios de la competición. Si bien la mejor era del “Káiser” fue con Ferrari, sus primeros campeonatos del mundo llegaron con Benetton en 1994 y 1995, años por lo que se hizo dueño de uno de los coches más poderosos de la época.
Se trata del Bugatti EB110 SS, el auto deportivo que fue conocido como el más rápido del mundo al momento de su lanzamiento en 1991, con una velocidad que superaba los 340 km/h que lo hizo atractivo al expiloto alemán. De hecho, el coche de la marca francesa fue adquirido por Schumacher a mediados del 1994, meses antes de su primera consagración en la máxima categoría y lo mantuvo en su colección hasta 2003, cuando lo vendió a Modena Motorsport.
Desde 2010, el EB110 es propiedad del especialista Reichel Sportwagen, quien permitió que el vehículo viaje al Montecarlo para que sea apreciado durante el Gran Premio de Mónaco este fin de semana. A través de las redes sociales, se hizo viral la presencia del antiguo coche de “Schumi” en el estacionamiento del casino de Montecarlo, donde se apreciaron otros coches exóticos como el Mercedes-AMG One, Bugatti Veyron Black Bess y el McLaren Solus.
Cabe mencionar que la zona en la que se encuentra el Circuito de Mónaco es conocida por su glamour y variedades de gastronomía y entretenimiento, por lo que es el lugar ideal para dar muestras de ostentación. De ahí que se haya elegido al Principado para la reaparición del Bugatti que perteneció a Schumacher, quien ganó el GP de Mónaco en cinco oportunidades y es el segundo más ganador de la historia del trazado junto a Graham Hill, solo superado por Ayrton Senna con seis triunfos.
Se subastó una “joya” de Schumacher en Mónaco
Este sábado, la casa de subasta británica RM Sotheby's subastó el F2001, el Ferrari con el que Michael Schumacher ganó su cuarto campeonato del mundo en la temporada 2001 de la Fórmula 1. Dicho evento se llevó a cabo en el Principado como parte de la previa del Gran Premio de Mónaco y la venta se concretó por 15,9 millones de euros, lo que estableció un récord en subastas de coches que pertenecieron al alemán, ya que el registro más alto era el del F2003, que se subastó por 11.6 millones de euros en 2022.