Franco Mastantuono no solo es una de las grandes promesas del fútbol argentino, sino también un fanático declarado de River Plate. A los 17 años, el juvenil que ya brilla en la Primera División del Millonario no oculta su amor por el club: lo vive, lo demuestra en la cancha y lo confirma cada vez que besa el escudo. Su historia, teñida de talento y pasión, tiene como sello indeleble el rojo y blanco.
El joven que supo destacarse como uno de los mejores juveniles del tenis argentino eligió finalmente el fútbol como su camino, y River como su casa. “Me beso el escudo siempre porque soy muy hincha de River”, afirmó alguna vez el propio Franco, dejando en claro que más allá del talento, lo suyo es amor genuino por la camiseta.
Qué dijo su exentrenador sobre la afición deportiva de Mastantuono
Bruno Carullo, su exentrenador, dialogó con el medio deportivo Bolavip y recordó los primeros pasos de Mastantuono en el deporte. “Te puedo asegurar que Franco es muy, pero muy fanático de River. Mirá que traté de convencerlo para que se haga de Boca, pero no hubo caso. Empezó tenis con la camiseta de River el pibe”, confesó entre risas. Esa camiseta, que en un principio lo acompañaba en las canchas de polvo de ladrillo, hoy lo viste en uno de los estadios más emblemáticos del país: el Monumental.
Carullo también destacó la mentalidad del juvenil: “Siempre tuvo la misma personalidad de pedir la pelota, hacerse dueño, encarar a los rivales, jugar. Lo que hacía seis años atrás, lo sigue haciendo en un Monumental con 85 mil personas”. Y no es para menos. Franco no se achica ante la presión. Su estilo atrevido, su capacidad para adueñarse del mediocampo y su juego ofensivo lo convirtieron rápidamente en una de las grandes apuestas del club de Núñez.
Con ídolos como Lionel Messi, Mastantuono creció soñando con defender los colores del equipo que ama. Y lo logró. Su manera de vivir el fútbol recuerda al hincha común: juega, se entrega, festeja con alma y besa el escudo con una autenticidad difícil de encontrar en un jugador profesional tan joven.
En una época en la que muchos futbolistas esconden sus preferencias por cuestiones de mercado o conveniencia, Franco Mastantuono no lo duda: es gallina desde siempre y lo lleva con orgullo. Mientras River piensa en su futuro futbolístico, él ya representa el alma del hincha en el campo de juego. Porque cuando un pibe besa el escudo con tanta fuerza, no hay dudas: juega por los colores que ama.
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