El término de la primera ronda del Mundial de Clubes dejó un interrogante que, desde ya, marca la gran disputa que se vio a lo largo de todo el torneo hasta ahora. Históricamente la pregunta pasa por si el mejor fútbol está en Europa o en Sudamérica. Tanto en Copas del`Mundo como en cantidad de jugadores, la pregunta siempre estuvo y, desde ya, aparece. En este torneo, lejos de ser un tema pasajero se convirtió en un tema principal.
En la previa de la Copa del Mundo, uno de los más claros fue el entrenador Luis Enrique quien, en charla con la FIFA, sostuvo la importancia de los jugadores sudamericanos en comparación de los jugadores europeos. En este punto, en los últimos días lo volvió a repetir. “No sé por qué los brasileños, argentinos y sudamericanos se preocupan tanto por si son mejores que los europeos. Todos los equipos europeos quieren jugadores brasileños, argentinos, mexicanos y estadounidenses. ¡Están llenos! Hay 154 brasileños, no sé cuántos argentinos. Lo que pasa es que los jugadores van a Europa a jugar en los mejores equipos. Pero no hay duda del alto nivel de los equipos sudamericanos".
Más allá de los dichos de Luis Enrique, los datos revelan una serie de afirmaciones. La primera de ellas sostiene que en este torneo hay 141 jugadores brasileños, 103 jugadores argentinos y, recién ahí, aparecen 54 jugadores españoles como mayoría de futbolistas. Además, los dos países sudamericanos se ubican en el primer y tercer lugar en el ranking de futbolistas expatriados, es decir, que juegan en otros países que no son el suyo natal.
Con respecto a esta situación, los que pueden sacar pecho sobre los clasificados a la próxima ronda no son los argentinos. Es verdad. Los equipos nacionales quedaron fuera de competencia en Primera Ronda, pero aún así el fútbol sudamericano quedó bien marcado por el paso de todos los equipos brasileños. En el medio, desde ya, Javier Milei intentó sacar rédito político y sostener que las SAD le hacían bien al fútbol. No obstante, de los cuatro equipos que pasaron: Botafogo, Flamengo, Fluminense y Palmeiras, sólo el primero es una Sociedad Anónima. Que, en este punto, sumó un dato más: en la última semana John Textor, dueño del Fogao, dejó descender a su otro club, el Lyon por deudas incumplidas.