Franco Mastantuono está en boca de todos los futboleros. La joya de River Plate, que a sus 17 años ya deslumbra como titular indiscutido y fue clave con un golazo en su primer Superclásico frente a Boca, se perfila como una de las grandes exportaciones del fútbol argentino. Mientras disfruta de su primera convocatoria a la Selección Mayor y sigue creciendo bajo la mirada de Marcelo Gallardo, su nombre también circula fuerte en los medios europeos.
Real Madrid, con Juni Calafat en Buenos Aires y el visto bueno de Xabi Alonso, prepara una ofensiva para quedarse con el mediocampista, en una batalla que incluye al PSG y promete definirse después del Mundial de Clubes. Pero más allá del presente deportivo que lo catapulta a la élite, muchos también se preguntan: ¿quién es Franco fuera de la cancha? ¿Quiénes lo acompañaron en este meteórico camino?
Quiénes son los padres y hermanos de Franco Mastantuono
Franco Mastantuono nació el 14 de agosto de 2007 en Azul, provincia de Buenos Aires, en el seno de una familia que siempre acompañó su formación personal y deportiva. Es hijo de Sofía Bruno, licenciada en Sociología y trabajadora del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y de Cristian Mastantuono, instructor nacional de fútbol infanto-juvenil. Ambos cumplieron un rol clave en su crianza y en las decisiones que marcaron su camino: desde su paso por el tenis hasta su elección definitiva por el fútbol a los 13 años. Franco tiene dos hermanos: Lucila y Valentín, quienes también lo acompañaron de cerca en su crecimiento.
En su infancia, Franco no soñaba con jugar en el Monumental, sino con brillar en las canchas de polvo de ladrillo. Se destacó como uno de los cinco mejores tenistas Sub 12 del país y se formó en el Club Remo de Azul. Fue alumno del Colegio Inmaculada Concepción, y muchos de sus exprofesores recuerdan su disciplina, su entrega y también sus primeras señales de que el fútbol empezaba a ganarle terreno al tenis. "Eligió lo que más le gustaba, lo que le salía más natural", recordó Luis Delgado, uno de sus formadores, en una entrevista con La Nación.
A los 13 años, con una agenda cargada de torneos y entrenamientos, Franco tomó una decisión determinante: dejar la raqueta y concentrarse al 100% en la pelota. Esa elección, que fue respaldada por su familia y sus entrenadores, terminó de encaminarlo hacia lo que hoy ya parece una carrera antológica.
Desde entonces, todo fue crecimiento. Su irrupción en Primera, sus 19 partidos como titular, el golazo a Boca, y ahora, el interés concreto del Real Madrid, que planea ejecutar su cláusula de 45 millones de euros cuando cumpla 18 años. En Núñez lo blindan y sueñan con retenerlo hasta fin de año, mientras en Europa se preparan para dar el golpe.