En la tarde del lunes, se produjo el traspaso de mando de Jorge Brito a Stefano Di Carlo en lo que es la continuidad del proyecto institucional que nació con la victoria de Rodolfo D’Onofrio a finales del 2012. Una de las primeras cuestiones que el mandatario debe resolver es la salida o no de Marcelo Gallardo al frente del primer equipo de River, cuando restan semanas para el final de su contrato y con un plantel que presenta un andar futbolístico lamentable.
Se trata de una bomba que está a punto de estallar y que podría llevarse puesto al entrenador más emblemático de la historia del “Millonario”, pero además de generarle un tremendo problema al nuevo presidente. No es el contexto ideal para asumir. Sin embargo, se trata de un gran examen que permitirá apreciar cómo se encuentra preparado para la ejecución de determinadas decisiones de peso. Aquellas que son necesarias en momentos donde el tiempo es escaso.
“Hoy no estamos en un buen momento deportivo, no nos gusta y no nos representa. Los proyectos tienen momentos, pero no pueden hacernos perder de vista los objetivos y el camino. Tenemos claro el norte. Pedimos confianza, el horizonte está claro. River va a estar en el lugar que le corresponde”, expresó Stefano Di Carlo en el acto que coronó su victoria en las últimas elecciones, que se impuso con más del 60% de los votos.
“No nos confundimos. Estamos todos muy unidos entre jugadores, cuerpo técnico y dirigentes para retomar nuestra senda. El hincha de River interpela y nosotros también estuvimos en ese lugar. Hay que tener templanza, convicción y seguridad”, agregó. Sin nombrar a Marcelo Gallardo, el mandatario dejó en claro que lo respalda y que no es momento para decisiones de gran peso debido a que el calendario deportivo todavía tiene partidos por delante.
Por si faltara un gesto más de apoyo, Stefano Di Carlo estuvo en el entrenamiento de River en donde tuvo una presentación frente al plantel profesional y luego compartió un momento a solas con el “Muñeco”. Lo que se desprende de aquella reunión es que hubo un respaldo a su proyecto. No se conocieron más detalles, pero sí que cuenta con la banca para afrontar los próximos partidos que se acercan con el Superclásico ante Boca como el más importante de todos.
“La unión entre jugadores, dirigentes y cuerpo técnico nos va a sacar adelante y nos va a hacer retomar la senda de la que brevemente nos hemos desviado”, fueron otras de las frases que Stefano Di Carlo lanzó. No obstante, el partido con Boca puede marcar un antes y un después en la continuidad de Marcelo Gallardo, ya que una derrota dejaría al equipo casi eliminado de la Copa Libertadores de la temporada 2026 y dentro de la Copa Sudamericana.
