El pago de la primera cuota del Sueldo Anual Complementario (SAC) ya empezó a acreditarse para el personal docente de todo el país, tanto en escuelas públicas como privadas. El medio aguinaldo equivale al 50 % del salario más alto percibido entre enero y junio y suele depositarse junto con el sueldo de fin de mes o en fechas muy cercanas, según el cronograma que fije cada provincia o municipio.
En la provincia de Buenos Aires, la fecha límite para completar el depósito es el lunes 30 de junio. No obstante, el artículo 128 de la Ley 27.073 concede un pequeño colchón de cuatro días hábiles: si surge algún inconveniente administrativo, la acreditación podrá concretarse sin sanción hasta el viernes 4 de julio. De todos modos, los distritos procuran cumplir antes de fin de mes para evitar demoras que alteren la planificación familiar de miles de docentes.
Cómo se calcula el aguinaldo para docentes
El cálculo del SAC, aunque sencillo en apariencia, presenta particularidades propias del sector educativo. Primero se identifica el sueldo bruto más alto del semestre. Sobre esa cifra se restan tres conceptos que no entran en la base de la gratificación: el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FoNID), el adicional por Material Didáctico y las Asignaciones Familiares. El monto resultante se divide por dos y ese número se convierte en el aguinaldo bruto, al que luego se le aplican los descuentos habituales de jubilación, obra social y aportes sindicales.
Cuando el docente no trabajó los seis meses completos, la liquidación se ajusta de manera proporcional. El mejor sueldo —una vez descontados FoNID, Material Didáctico y Salario Familiar— se divide por dos, después por 180 (la cantidad de días del semestre) y finalmente se multiplica por los días efectivamente laborados. Esa fórmula devuelve un importe que refleja con exactitud la duración real del vínculo laboral. En el caso de las suplencias cortas, el aguinaldo no aparece como un pago aparte: la parte proporcional ya viene incluida, prorrateada, en cada recibo que el suplente cobra por su reemplazo.
Con estas reglas, cada docente puede estimar con bastante precisión lo que recibirá y, sobre todo, verificar que la cifra depositada coincida con la que le corresponde por ley. En un contexto económico de permanente ajuste, el SAC representa un alivio tangible y, para muchos hogares, la oportunidad de saldar deudas pequeñas, enfrentar gastos escolares de mitad de año o simplemente reforzar el ahorro familiar.