Cuando llega junio, las calculadoras vuelven a escena en miles de hogares: el Sueldo Anual Complementario (SAC) —más conocido como aguinaldo— se convierte en tema obligado de sobremesa. La tradición, consagrada ya en 1945 y luego plasmada en el artículo 122 de la Ley de Contrato de Trabajo y en la Ley 27.073, fija un principio sencillo y perdurable: en la Argentina se pagan dos medios aguinaldos por año, uno en la última jornada laboral de junio y otro en la de diciembre.
El esquema nació para “aliviar el bolsillo” en los momentos de mayores gastos familiares: las vacaciones de invierno y las fiestas de fin de año. En 2015, la Ley 27.073 precisó las fechas tope: 30 de junio para la primera cuota y 18 de diciembre para la segunda. Las empresas disponen de un período de gracia de cuatro días hábiles; por eso, este año quien no vea acreditado su medio aguinaldo de junio hasta el viernes 4 de julio tendrá derecho a reclamar intereses y multas.
Cómo se calcula el aguinaldo
Se toma el mejor sueldo bruto cobrado durante el semestre y se lo divide por doce. El resultado se multiplica por los meses efectivamente trabajados dentro de esos seis. En un semestre completo, el trabajador recibe exactamente el 50 % de su mejor salario; si entró, por ejemplo, en marzo, cobrará cuatro doceavas partes. Así, quien gane $ 2.500 y haya trabajado de marzo a junio percibirá: $ 833. Quien lleve todo el semestre con un mejor sueldo de $ 7.000 cobrará $ 3.500.
Conviene despejar un mito que reaparece cada tanto: no existe un “tercer aguinaldo” legal. Cualquier extra —bonos de fin de año, plus vacacional, gratificaciones de convenio— depende de la voluntad empresarial o de acuerdos sectoriales y nunca sustituye ni añade un nuevo SAC de alcance general.
Para qué sirve cobrar un aguinaldo
El aguinaldo es un respiro, pero también una oportunidad para fortalecer finanzas domésticas con la sobriedad que recomiendan los manuales clásicos:
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Cancelar deudas caras (tarjeta de crédito, préstamos al consumo) antes de que el interés erosione el salario futuro.
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Crear un colchón de liquidez equivalente a dos salarios para imprevistos, depositado en instrumentos de riesgo bajo.
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Planificar los grandes gastos anuales —colegiaturas, mantenimiento del auto, indumentaria escolar— y destinar parte del medio sueldo a compras anticipadas, aprovechando promociones.
¿El aguinaldo tiene descuentos?
Sí. Sobre el monto bruto se aplican los descuentos habituales de jubilación, obra social y sindicato (si corresponde). Además, no tributa Impuesto a las Ganancias hasta ciertos límites establecidos por la normativa vigente, aunque esto puede variar según la situación de cada trabajador.