La apertura de importaciones y la mayor competencia en el mercado automotor lograron moderar los precios de los vehículos durante gran parte de 2025. Sin embargo, la reciente suba del dólar empieza a presionar sobre los costos de producción y comercialización, lo que obliga a las automotrices a recalcular sus listas de precios para octubre.
Según fuentes del sector, el incremento rondará entre 6 % y 8 % en promedio para los autos 0KM, aunque las terminales esperan hasta fin de mes para definir el ajuste definitivo en función de cómo siga el tipo de cambio.
Cómo impacta el dólar en el precio de los autos
En Argentina, un vehículo fabricado localmente tiene en promedio 50 % de autopartes importadas, mientras que los modelos importados dependen casi en su totalidad de insumos dolarizados.
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Autos nacionales: el traslado a precios puede demorarse algunas semanas, hasta que se agote el stock de piezas en las fábricas y proveedores.
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Autos importados: el ajuste es más rápido y directo, ya que el valor de reposición depende de la cotización del dólar.
Con una economía más abierta y competencia entre marcas, quienes mantuvieron precios bajos para ganar mercado ahora deben ajustar valores para sostener márgenes de rentabilidad. Desde la industria señalan que el aumento de octubre será inevitable, aunque menor al salto del dólar y de la inflación, gracias a la competencia y a la necesidad de no frenar las ventas en un mercado que viene enfriándose.
Algunas terminales podrían aplicar el ajuste en etapas —por ejemplo, en octubre y noviembre— para no impactar de lleno en la demanda. Otras, en cambio, trasladarán el aumento de manera inmediata. El impacto no solo se verá en el precio de los autos 0KM, sino también en neumáticos, lubricantes y autopartes. Los repuestos importados reflejan casi en tiempo real la variación del dólar, mientras que los de fabricación local también incorporan costos dolarizados de materias primas.
“Los márgenes comerciales están en su punto más bajo desde 2023, por lo que es difícil seguir absorbiendo subas sin trasladarlas al consumidor”, explicó Juan Cantarella, presidente de AFAC.
La industria automotriz exporta entre el 50 % y 70 % de su producción, por lo que un dólar más alto mejora su competitividad en el exterior. Sin embargo, las terminales advierten que esta ventaja es limitada si no se reduce la carga fiscal, que hoy representa entre 13 y 15 puntos sobre el valor exportado.
“Un dólar más alto es apenas un alivio. Para ganar nuevos mercados necesitamos una baja de costos estructurales y fiscales que haga más competitiva la producción nacional”, señalaron desde una de las principales automotrices.