La cantidad de personas con problemas para afrontar sus deudas se duplicó en los primeros siete meses del año, tanto dentro como fuera del sistema financiero formal, mostrando las dificultades financieras de las familias por la caída de ingresos y los altos costos financieros que cobran los bancos, las fintech, mutuales y comercios que financian compras.
El Informe de Proveedores No Financieros de Crédito (PNFC) que elabora el Banco Central de la República Argentina complementa la radiografía del endeudamiento de las familias tanto con las entidades financieras tradicionales como con los otros proveedores como las fintech, denominadas Proveedores de servicios de créditos entre particulares a través de plataformas (PSCPP), las tradicionales cooperativas o mutuales y las cadenas comerciales. Los datos muestran un proceso de endeudamiento que se inicia en las entidades formales y que continúa en los prestadores no financieros, generando al final un doble endeudamiento.
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El crecimiento del crédito no bancario se apoya en clientes ya fuertemente endeudados: es decir, los mismos clientes están absorbiendo más deuda en ambos lados, generando una concentración del riesgo en un mismo universo de personas.
Los deudores aumentaron 12% entre enero y julio, alcanzando 11,2 millones, lo que marca una demanda fuerte de crédito no bancario. Además, la deuda promedio también creció 6%, lo que muestra que los clientes no solo son más, sino que además están tomando montos más altos. Sin embargo, este crecimiento vino acompañado de un aumento importante en la irregularidad, que llegó al 16,2%, casi el doble que a comienzos de año. Esto sugiere un deterioro en la capacidad de repago, posiblemente por condiciones económicas tensas y por el propio crecimiento acelerado de las carteras.
Existen además 6,2 millones de personas con deuda en ambos sistemas, del orden de los $4,4 millones en bancos (23% más respecto a enero de 2025 en términos reales) y de 1,2 millón de pesos en las entidades no bancarias.
Ese universo de personas primero incrementó 37% este año y 148% interanual sus deudas con el sistema financiero a un monto global 27 billones de pesos, antes de pasar a endeudarse con los otros prestadores. La irregularidad con el sistema financiero de esos deudores compartidos se ubicó en 8,6% a julio pasado. La irregularidad total de la cartera de los PNFC se ubicó en 16,2% en julio pasado, con un incremento de 7,6 puntos porcentuales desde enero de 2025, mientras en el mismo período la irregularidad en el sistema bancario de los préstamos a familias pasó de 2,7% a 5,6%.
Ese crecimiento se dio antes de las decisiones de política monetaria -eliminar las tasas de referencia y las Letras Fiscales de Liquidez- que tomó la administración de Javier Milei, y generó un período de alta inestabilidad financiera que se reflejó con tasas de interés que superaban el 100% en el mercado mayorista y el 200% en el costo de financiamiento para personas. Por eso se espera que el volumen de las deudas y el nivel de irregularidad de las carteras haya mantenido la tendencia creciente, alcanzando niveles récord tanto dentro como fuera del sistema financiero.
El informe, que se conoció este jueves con datos hasta julio pasado, detalló que el saldo total de financiamiento de los PNFC alcanzó a $11 billones, acumulando 16 meses consecutivos de crecimiento en términos reales. Esto representó una suba real de 19% respecto de enero de 2025 y de 84% interanual.
Los grupos de Otros prestadores ($6,1 billones), Fintech ($2,6 billones) y Leasing & factoring ($0,4 billones) alcanzaron sus valores más elevados de cartera en el período. La cantidad total de deudores con al menos una asistencia se expandió 12% en el año a 11,2 millones de personas y la deuda promedio por deudor aumentó 6% a 985.000 pesos medidos a precios constantes.
