El sector turístico se aproxima a enfrentar una temporada complicada y cruzada por dos factores críticos: el desplome de ingresos de los sectores populares y el aprovechamiento de dólar barato para irse al exterior. En particular, la tradicional Costa Atlántica es una de las regiones más perjudicadas, con Mar del Plata seriamente amenazada de cara al verano 2026.
A diferencia de otros años, cuando a esta altura la temporada ya estaba prácticamente vendida, los hoteleros marplatenses anticipan un verano tan débil como el anterior. También afirman que diciembre será un mes de baja actividad y que incluso los fines de semana muestran muy poca demanda.
Fuentes del sector aseveran que los valores semanales estimados de departamentos en edificios sin amenities se consiguen a estos precios:
- 1 ambiente: desde $ 300.000
- 2 ambientes: desde $ 470.000
- 3 ambientes: desde $ 690.000
Quienes prefieran viajar en avión deben considerar un costo adicional de $ 560.000 por el pasaje ida y vuelta, lo que eleva el gasto total a alrededor de $1,2 millones por persona, incluyendo hospedaje y transporte.
Por su parte, la gerenta del Hotel Molimar, en la zona de la Vieja Terminal marplatense, señaló al portal 0223 que la actividad cayó de manera pronunciada, similar a lo ocurrido en las vacaciones de invierno. Calcula una baja del 50% pese a trabajar con delegaciones de los Juegos Bonaerenses y otros eventos deportivos.
En el resto de la Costa Atlántica, Mar de las Pampas acumula un 30% de reservas para enero. Aunque se notó un incremento de la demanda después de las elecciones, el destino acumula una reducción de entre 15% y 20% en comparación con 2025, lo que impacta en la rentabilidad.
En el corredor Pinamar-Cariló, la performance es, en general, más baja al de temporadas anteriores, excepto en fechas específicas.
Año crítico y boom en Punta
Según el último parámetro, durante las vacaciones de invierno ya hubo una fuerte caída en el turismo interno: según CAME, viajaron 4,3 millones de personas por el país, lo que significó una disminución del 10,9% interanual. En consecuencia, el impacto económico se redujo 11,2%.
Algunos fines de semana largos reflejaron una suba en la cantidad de viajeros, pero con gastos más austeros. El comportamiento se muestra en el ajuste sobre la cantidad de días, aquellos que alcancen para viajar.
Según la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), el resto de los destinos turísticos no espera la mejor temporada:
- Ushuaia, El Calafate y Chaltén encabezan los mejores niveles en turismo receptivo
- Bariloche y Villa La Angostura: estiman un 70% de ocupación promedio para el verano.
- CABA: panorama mixto; entre 50% y 80% estimado según establecimiento. La llegada de cruceros y grupos sostiene la demanda, aunque persiste la cautela y la tendencia a reservar a último momento.
- Córdoba: alrededor del 60% de ocupación.
- Iguazú: positiva en algunos hoteles, aunque otros marcan ocupación cercana al 40%.
- Provincia de Buenos Aires (interior): demanda muy baja, cerca del 40%.
- Jujuy muestra señales mixtas con ocupaciones del 30%; Salta y Tucumán presentan expectativas bajas.
- Mendoza: panorama “muy malo”, según los reportes recibidos por la AHT.
En paralelo, miles de turistas argentinos ya confirmaron su presencia para pasar las fiestas y el verano de 2026 en Punta del Este. Inmobiliarias y operadores turísticos uruguayos coinciden en que se perfila una de las mejores temporadas de los últimos años, un pronóstico justificado por un incremento sostenido de reservas y un tipo de cambio que vuelve a posicionar al balneario como uno de los destinos preferidos de los argentinos.
“Todo indica que será una buena temporada. Las reservas avanzan con dinamismo en varios destinos del Uruguay, especialmente en el Este, Maldonado y Rocha”, afirmó Marina Cantera, presidenta de la Cámara Uruguaya de Turismo (CamTUR). La dirigente destacó además que las expectativas del sector son “muy alentadoras” y que la demanda se mantiene firme. “Después de las elecciones de octubre se reactivaron las consultas para el verano”, aseveró Javier Sena, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este. Según detalló, “todo el segmento premium ya está reservado: las propiedades frente al mar y las casas con piscina están prácticamente completas para las fiestas y enero”.
Las unidades de mayor categoría, ubicadas en zonas como La Barra, José Ignacio y Playa Brava, fueron las primeras en ocuparse. En su mayoría, fueron contratadas por familias argentinas que buscan asegurar su alojamiento con anticipación ante la alta demanda prevista.
Será difícil imaginar un flujo turístico importante tanto en la Costa Atlántica como en el resto de los polos turísticos. Mientras a mayor cantidad de personas se les dificulta tan solo idear vacaciones ante la falta de ingresos, quienes sí pueden irse no ven diferencias entre Mar del Plata o Florianópolis. En realidad, sí: Brasil puede ser más barato.
