La industria ligada a la madera, una de las más importantes en Corrientes, atraviesa una situación desesperante, con reducción drástica de planteles y horarios laborales, especialmente en el parque forestoindustrial de Santa Rosa. La falta de ventas, el declive de otras actividades asociadas y la ausencia de obra pública ponen en jaque a una actividad en donde el 80% de la mano de obra es pyme.
La crisis desatada por el gobierno de Javier Milei afecta a todos los rubros: los pequeños y medianos aserraderos se ven asfixiados por tarifas en alza, combustible más caro, fuerte caída de la demanda interna y la presión fiscal, de modo que se ponen en riesgo cientos de fuentes de trabajo.
El presidente del Parque Foresto-industrial Santa Rosa y referente de la Asociación de Madereros y Afines (AMAYAAP), Ramón Sotelo, señaló que este 2025 fue un año "cuesta arriba" desde el primer trimestre. Además, señaló que la paralización de la obra pública y privada suspendió órdenes de compra, lo que determinó que se desplomaran las ventas en el sector.
"Arrancamos reduciendo personal de 50 operarios y recortando turnos. La planta del Parque Foresto-industrial se mantuvo activa gracias a la exportación de pallets, pero con una rentabilidad muy baja. Las otras dos fábricas, que dependen del mercado interno, directamente no repuntan. Hay muy pocos pedidos y trabajamos al 60% de la capacidad”, explicó.
En medio de la agravada apertura de importaciones, Sotelo, cuya empresa trabaja con grandes clientes vinculados a la construcción como Loma Negra, remarcó que "el mercado nacional está totalmente caído", ya que "no hay poder de compra". "Mantenemos los mismos precios que en 2024 y absorbimos todos los aumentos de logística, salarios, servicios e impuestos de 2025. Es imposible sostener así a una PyME por mucho más tiempo”, advirtió al portal Argentina Forestal.
A poco más de una semana para que se lleve a cabo el recambio en el Poder Ejecutivo de Corrientes, que marcará la salida de Gustavo Valdés y la llegada de su sucesor electo, Juan Pablo Valdés, la situación actual genera incertidumbre sobre el pago del aguinaldo y los aumentos salariales de fin de año: seis aserraderos del Parque ya cerraron a principios de año y no lograron reabrir.
La principal maderera de Corrientes paralizó su actividad y suspendió a 520 trabajadores
En agosto de este año, la Forestadora Tapebicuá, una de las principales madereras del norte argentino, con planta de producción en la localidad de Gobernador Virasoro, realizó un cese de sus actividades por 30 días y suspendió a sus 520 operarios, debido a problemas de liquidez y una importante caída en sus ventas.
La suspensión de actividades abarcó a todas las líneas de aserrado y procesamiento de madera y afectó también a proveedores, contratistas y transportistas de la firma, que ven afectada la actividad de un número indeterminado de trabajadores de estas empresas.
En 2023 la firma ya había cerrado su planta de San Charbel, en Garruchos, departamento correntino de Santo Tomé, donde se produjeron 70 despidos. La compañía, controlada por el grupo Celulosa Argentina, arrastra desde hace meses una caída de actividad y problemas de liquidez, agravados por la recesión industrial, la contracción del consumo interno, la apertura de importaciones y un tipo de cambio que complica la competitividad exportadora, argumentaron desde la empresa.
