Pese a un riesgo país de 600 puntos, Caputo asegura que en 2026 salen al mercado

El Gobierno asegura que Argentina volverá a los mercados internacionales en 2026, luego de ocho años de no emitir nueva deuda.

03 de diciembre, 2025 | 13.04

El mileísmo, con el ministro de Economía Luis Caputo como ejecutor desde el Palacio de Hacienda, redobló el crédito con el Fondo que había tomado el macrismo y este miércoles ese mismo funcionario, el que generó el pasivo, dio a entender que el país volverá a los mercados voluntarios de deuda después de 8 años. El riesgo país sigue sin romper la barrera de los 600 puntos, pero, según trascendió en los últimos días a partir de una publicación de Bloomberg, funcionarios del equipo económico liderado por Caputo mantienen conversaciones preliminares con inversores y bancos internacionales para concretar la primera emisión de deuda externa desde 2018.

El país lleva ocho años sin acceder voluntariamente al financiamiento internacional, un período marcado por crisis cambiarias, defaults selectivos, reestructuraciones de bonos bajo legislación extranjera (2020) y una renegociación con el Fondo Monetario Internacional cuyo impacto aún condiciona la política económica.

De acuerdo con la información difundida por la agencia financiera de noticias, la idea del Gobierno es avanzar en una emisión durante el primer trimestre de 2026 si las condiciones de mercado continúan mejorando. En particular, la administración observa con atención la trayectoria de los bonos soberanos en dólares, cuyos rendimientos descendieron recientemente hacia el 10%, un nivel que Caputo considera “aceptable” para evaluar una colocación.

Riego país y olor a default

Durante gran parte de 2022 y 2023, el riesgo país superó los 2.500 puntos y llevó los rendimientos a niveles prohibitivos, incluso por encima del 20% anual en moneda dura. Hoy, aunque la prima de riesgo sigue siendo alta en términos históricos, la baja reciente reforzó la percepción de que el mercado vuelve a contemplar una estabilización macroeconómica.

El plan no se limita a la emisión de un nuevo bono. La estrategia , según reconocieron en el Gobierno, incluye, operaciones complementarias para abaratar el costo del financiamiento, entre ellas:

  • Repos o recompras de deuda, que permiten mejorar el perfil de vencimientos y dar señales de solidez financiera.

  • Un eventual “canje vinculado a educación”, mecanismo innovador que podría reducir spreads al asociar parte del rendimiento del bono a indicadores de inversión educativa o desarrollo social.

La última vez que Argentina emitió deuda internacional fue en enero de 2018. Ese año, con un riesgo país en torno a los 360 puntos —el nivel más bajo de la gestión de Macri— el Tesoro colocó cerca de 9.000 millones de dólares en bonos denominados en dólares y euros. A mediados de 2018 la corrida cambiaria derivó en un acuerdo stand-by récord con el FMI por 57.000 millones de dólares, y el país volvió a transitar un sendero de crisis que culminó en la reestructuración de la deuda de 2020.

Desde entonces, Argentina quedó prácticamente excluida del financiamiento voluntario. Entre 2020 y 2024, los sucesivos gobiernos debieron depender de organismos multilaterales, emisiones internas en pesos y renegociaciones permanentes para cubrir vencimientos.

Volver a emitir en los mercados, para el Gobierno implica recuperar una herramienta central de política económica: la posibilidad de colocar deuda a tasas razonables en los mercados internacionales y así diversificar las fuentes de financiamiento.