En medio de las tensiones políticas que generó el caso de las coimas en la Andis y los descalabros financieros de la dupla que integran el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central Diego Bausili, el riesgo país inició un raid alcista que parece imparable. Los bonos comenzaron este miércoles con mayoría de bajas y el riesgo país, que mide el diferencial de rendimientos de la deuda argentina respecto de la estadounidense, tocó los 850 puntos, según la medición del JP Morgan.
Los soberanos en dólares cerraron el martes con bajas de entre 30 y 50 centavos y en las operaciones de este miércoles, ya se opera con bajas de hasta 2%. En la jornada anterior en promedio retrocedieron 1%, en una jornada volátil donde el inicio fue al alza y luego las pizarras se tiñeron de rojo.
Las mayores caídas están vinculadas a los bonos bajo ley local, particularmente en el AE38 (-2.7%), AL30 (-2.4%) y AL35 (-1.5%). Por el lado de los bopreales, también se vieron bajas (-0.2% promedio), destacándose la caída del BPO28 (-0.8%).
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El riesgo Milei
El riesgo país ascendió este miércoles a 850 puntos, 21 puntos por encima del último cierre como consecuencia de la creciente desconfianza en el futuro de la economía. La suba se originó en una nueva caída del pecio de los bonos de la deuda soberana, dado que los inversores toman distancia de los activos argentinos ante la incertidumbre electoral, los problemas financieros y los últimos escándalos vinculados a posibles actos de corrupción.
El salto se conoce en un día clave porque el Tesoro Nacional debe salir a captar cerca de $8 billones para refinanciar vencimientos de la deuda en pesos. La baja del riesgo país es fundamental para que el país vuelva a los mercados voluntarios de deuda para refinanciar los abultados vencimientos en dólares que se producirán desde 2026.
En 2024, en plena apertura de la economía, el riesgo país había bajado 70%, celebrando el plan de ajuste del gobierno de La Libertad Avanza. Sin embargo, el indicador comenzó a crecer desde enero de 2025 y ya acumula una suba de 51,2% desde el mínimo anual, ya que pasó de los 560 puntos básicos a los actuales 850.
La pulseada clave
El Tesoro enfrenta este miércoles vencimientos por 7,7 billones de pesos y, dado el tamaño y la reciente suba de encajes, se espera una renovación superior al 80%. La oferta de LECAPs va de septiembre y salta a enero y febreros próximos, lo que luce como una apuesta del gobierno a ofrecer solo un instrumento a tasa fija muy corto y testear extensión de plazos con el resto—algo que no vemos al mercado inclinado a hacer.
Las TAMAR, que también se ofrecen, son a enero y febrero, como se vio en la licitación previa, esperamos igual o mayor interés esta vez, con el mercado aún prefiriendo más más precio que extensión de plazos por la reciente volatilidad del FX y la cercanía de las elecciones.
Las dollar linked vencen en septiembre y enero próximos y podrían captar la demanda habitual previa a elecciones. Esperamos cierta concesión en la LECAP más corta —en línea con licitaciones anteriores— y posiblemente en las TAMAR, que ya rinden algo menos por la ventaja de ser elegibles para integrar encajes.