Durante la era Milei, el producto manufacturero per cápita cayó un 10 por ciento

Según CIFRA - CTA, el proceso de desindustrialización en el país posee la constante de la fuga de capitales. Durante la era Milei se profundizó la desinversión industrial. 

28 de junio, 2025 | 20.00

La administración de La Libertad Avanza sumado a los grupos del poder económico que sostienen a Milei llegaron a la Casa Rosada con el objetivo de profundizar el proceso de desindustrialización. Una de las características centrales y permanentes de este segundo ciclo de ataque a la industria (el primero va desde 1976 al 2001) es la desinversión y la fuga de capitales.

De acuerdo a un reciente trabajo del Centro de Investigaciones y Formación de la República Argentina (CIFRA – CTA) se verificó que durante el primer año de la gestión Milei la caída del producto manufacturero llegó al 9,2% mientras que la caída del mismo indicador per cápita llegó a los diez puntos porcentuales.

“La ganancia que no se invierte en el país se fuga”, sostiene Pablo Manzanelli, autor del trabajo La magnitud de la nueva desindustrialización. “El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) es un montón, una exageración. En vez de reorientar recursos que podrían volcarse según las necesidades industriales del país se estableció un régimen para garantizarle a las empresas energéticas niveles de rentabilidad extraordinarios”, agregó el investigador del Flacso durante una entrevista radial (AM 530).

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Según CIFRA – CTA, el valor agregado industrial exhibió una contracción absoluta del 19,0% entre 2011 y 2024 (segunda ola de la desindustrialización inducida), con un fuerte epicentro tanto durante la gestión de Mauricio Macri como en lo que va de la era Milei.

Beneficiar a los privilegiados

El RIGI – todavía en su plano etéreo sin el desembolso de inversiones concretas aún - busca consagrar de una vez y para siempre un patrón de especialización productiva de Argentina como mero exportador de commodities. El régimen consiste en incentivar, por un período de 30 años, mediante políticas fiscales y aduaneras, un boom de inversiones en minería, petróleo y gas.

El titular de Tecpetrol - Techint, Ricardo Markous había señalado el año pasado durante un evento en la ciudad de Houston que gracias al RIGI podrían reducir los costos de producción de 4 dólares el millón de BTU a los dos dólares. ¿Cuánto de la rentabilidad garantizada por el mileismo se reinvertirá en el mejoramiento de las condiciones estructurales del país?

Una de las principales características del proceso económico actual es que los excedentes de rentabilidad no suelen quedar dentro del país sino que forman parte de la gran fuga de capitales. Según Alejandro Gaggero, a partir de la manipulación de los precios de transferencia y fuga de capitales de las grandes compañías el país se pierde de recaudar entre 1.200 millones y U$S 2.400 millones cada año (Global Alliance for Taxes Justice y Tax Justice Network).

“En las últimas décadas el grupo Techint no sólo llevó adelante una internacionalización productiva de sus principales áreas de negocios (siderurgia, construcción, energía), sino también una reestructuración financiera que dejó a las empresas locales como eslabones de una red global, cuyo control último pasó a depender formalmente de firmas localizadas en guaridas fiscales”, sostuvo Gaggero (Gasoducto al paraíso: la estructura offshore del grupo Techint en Uruguay).

Este proceso de permanente fuga de capitales es que lo CIFRA identifica como un elemento central de la llamada segunda oleada de desindustrialización en el país. Es decir, un proceso de subinversión industrial con epicentro en el comportamiento de las grandes empresas industriales, donde la ganancia que no se invierte se fuga al exterior.

“Una de las características distintivas de la nueva desindustrialización respecto a la del último cuarto del siglo XX reside en que se trata de un fenómeno que involucró políticas antagónicas –o, al menos, sustancialmente distintas– respecto a los estímulos (o desestímulos) a la expansión sectorial y de la economía en general. Si bien desde el punto de vista cuantitativo eso se reflejó en sus grados de contribución a la crisis sectorial, también resulta importante señalar que el fenómeno estructural se impone frente a las políticas de aliento cuando se intentaron desplegar”, puede leerse en el trabajo firmado por Manzanelli.

A partir de la asunción del gobierno de la Libertad Avanza y el despliegue de su programa de miseria planificada sumado a la desregulación de los mercados se profundizó el proceso de desindustrialización.

“El valor agregado se contrajo 13,7% interanual en base a una caída del 24,5% del consumo aparente de bienes fabriles, del 15,6% de las exportaciones de origen industrial y a una tasa de inversión industrial de, apenas, el 1,6% del valor agregado sectorial que no alcanza a reponer el desgaste del capital fijo (o, en otras palabras, se trata de la destrucción neta del de capital en la industria manufacturera”, concluyó el investigador del CIFRA - CTA.

Fuga diaria

El lunes de la semana pasada se operaron en el mercado de Bonos cerca de 820 millones de dólares, de los cuales 351 millones fueron operaciones cursadas a través el contado con liquidación, el instrumento utilizados por las grandes empresas para la fuga de capitales.

A mitad de mes, el Banco Central removió la denominada restricción cruzada para no residentes y del plazo mínimo de permanencia de seis meses, en una medida que busca incentivar el interés en la colocación del bono Bonte del Tesoro pero que habilita una puerta para la salida de fondos de inversores locales, generando una mayor presión sobre las reservas internacionales.

En esta línea, el lunes próximo se liquidará una operación pactada durante el último día hábil de la semana para llevarse del país 1.600 millones de dólares y en el mercado creen que se trata de uno de los fondos internacionales que llegaron atraídos por el carry trade y que optó retirarse después de la decisión de Morgan Stanley Capital International (MSCI) de no mejorar la calificación de mercado cerrado a la economía argentina. Así lo publicó en El Destape el periodista Fernando Alonso.

La fuga de capitales es la característica del proceso de desindustrialización, que también tuvo durante la gestión Macri el fuerte protagonismo de las principales empresas del poder económico.

“En tiempos del gobierno de Macri, Arcor tendió a realizar operaciones de adquisiciones de paquetes accionarios, en tanto que Siderar y Molinos Río de la Plata se orientaron a la adquisición de activos financieros principalmente dolarizados, siendo que la fuga de capitales se incrementó en algunos casos gracias a la distribución de dividendos, los depósitos en sociedades relacionadas en el exterior, y el pago de servicios y honorarios a filiales radicadas en general en paraísos fiscales”, puede leerse en el texto “Más negocio financiero, menos producción: la experiencia neoliberal del gobierno de Cambiemos” (Martin Schorr).  

Mucho RIGI y pocas nueces

El RIGI apunta a convertir a la Argentina en una economía de enclave, enfocada en la explotación de los recursos naturales vinculados a los hidrocarburos y la minería. Pero hasta el momento, no hay más que promesas de inversión. Según el último informe del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, presentado ante el Congreso, solamente dos iniciativas fueron aprobadas de las 13 presentadas.

No hay ninguna panacea de inversiones ni tampoco proyecciones en la generación de puestos de trabajo. Según un análisis realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el aporte en términos de mano de obra será marginal.

“Dicho Régimen apunta a atraer inversiones que dinamicen determinados sectores de actividad como la minería, la siderurgia y los hidrocarburos. Sin embargo, si analizamos la incidencia que tienen estos sectores sobre el empleo registrado privado, encontramos que su participación es más bien marginal: 6,8% del total”, indicaron en un reciente informe vinculado al mundo del trabajo.

En cambio, indicaron desde el CEPA, el RIGI podría poner en jaque a la industria manufacturera, que genera el 18,6% del total de los puestos de trabajo, constituyendo la segunda actividad económica más importante en materia de empleo. “Desde que asumió el gobierno de Milei, este sector es el segundo que más ha perdido empleo (-27.107 puestos), con una retracción de 2,3%. Solo en cinco de los últimos quince meses, el empleo industrial creció respecto al mes anterior”, puede leerse en el informe citado.

Por ende, el RIGI no se proyecta en ser intensivo en la generación de puestos de trabajo. “Los sectores a los que implícitamente apunta el régimen son el de gas y petróleo, minería y sector agropecuario. Estos sectores hace quince años que no generan un número significativo de puestos de trabajo de manera directa (sólo 17 mil puestos) y solo representan el 6,8% del empleo total”, concluyó el CEPA.