El economista Pablo Quirno estrenó su traje de canciller al encabezar en el Palacio San Martín la presentación del Memorándum Inicial de Adhesión de la República Argentina a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un proyecto que se había iniciado durante la gestión de Mauricio Macri y retomado al inicio de 2024 con las actuaciones de la ex canciller Diana Mondino. La administración Milei ofrenda este memorándum como la frutilla del postre que corona su programa de ajuste fiscal y múltiples reformas del Estado llevadas adelante por Federico Sturzenegger. También funcionará como el preludio de otras reformas estructurales que son bien vistas por esta organización que nuclea a 38 países, como lo serán la reforma laboral, tributaria y jubilatoria.
“La presentación del Memorándum constituye un hito en el camino de adhesión de la Argentina a la OCDE, y sintetiza el trabajo técnico realizado por las distintas áreas del Gobierno Nacional para evaluar el grado de alineamiento de las políticas públicas, la normativa y las prácticas nacionales con los estándares de la Organización. La Argentina inicia esta nueva etapa con una macroeconomía ordenada, un marco institucional fortalecido y políticas públicas en convergencia con las mejores prácticas internacionales”, destacaron desde la Cancillería.
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Parte del programa económico de ajuste llevado adelante por la administración Milei, con el foco puesto en el control de la inflación (vía ancla cambiaria y baja de salarios), formó parte de la hoja de ruta del país para ingresar a la OCDE. Este camino ya había sido iniciado por Macri y retomado apenas asumido el Gobierno de la Libertad Avanza. En los albores de 2024, la ex Canciller Diana Mondino hacía gala del rechazo al ingreso a los BRICS para reiniciar el proceso de ingreso a la OCDE, como si ambas instancias fueras opuestas.
La insistencia en acelerar este proceso mientras se descarta la participación en bloques como los BRICS podría ser un enfoque demasiado restrictivo en un mundo que exige flexibilidad y multilateralismo. La realidad geopolítica actual sugiere que la Argentina se beneficiaría más de un enfoque diversificado en su política exterior, evitando caer en visiones dicotómicas que podrían aislar al país de otras oportunidades globales.
La participación activa en múltiples foros internacionales, que incluya tanto a la OCDE como a los BRICS, ofrecería a la Argentina una mayor flexibilidad para aprovechar las oportunidades globales en lugar de limitarse a una sola vía”, reflexionó María Jorgelina Gimenez Ruiz, especialista en Relaciones Internacionales (IRI-UNLP) y politóloga (UNSTA), en un artículo titulado “La urgencia por el ingreso de la Argentina a la OCDE” (2024).
Pero a Milei parecen guiarlo otros motivos. "El gobierno está aplicando ahora una política fiscal y monetaria muy restrictiva para controlar la inflación. Es lo que hay que hacer, pero tardará tiempo en dar sus frutos. La reducción de la inflación es la prioridad para ayudar a la gente que sufrió tiempos realmente duros. Será por supuesto un proceso doloroso”, había dicho la economista jefe de la OCDE, Clare Lombardelli en 2024.
El sufrimiento de una buena parte de la población fue una parte constitutiva de este nuevo paso hacia el ingreso a la OCDE, al igual que los condicionamientos impuestos por el FMI y ejecutados por el ministro Luis Caputo.
La consolidación del ajuste y la cuestión ambiental
Las reformas solicitadas por la OCDE para ingresar a dicho club de países comenzaron el 11 de diciembre de 2023. Por entonces, la propia organización hacía una evaluación de los “desafíos” que debería enfrentar el país para lograr una membresía. Desafíos que recaerían sobre el conjunto de la población.
La OCDE lo resumía así: la existencia de una recesión económica producto de una política fiscal restrictiva, caída de los ingresos reales, incertidumbre sobre el ritmo de las reformas económicas e inflación todavía elevada; la necesidad de una desaceleración de la inflación a partir de mediados de 2024 mediante un plan de consolidación fiscal del gobierno y cese de la financiación monetaria del déficit; la necesidad de restablecer la estabilidad macroeconómica para sostener la recuperación.
El plan económico de la administración Milei fue dictado desde el extranjero con la intención de que el país pudiera ingresar, finalmente, a la OCDE, un club integrado por 38 países de distintas partes del mundo; los jugadores de América latina y el Caribe son Chile, Costa Rica, Colombia y México. De todas maneras, este proceso todavía no ha concluido. En Colombia, por ejemplo, fueron 8 años.
Un tema relevante que se pondrá sobre la mesa tiene que ver con las políticas ambientales, aspecto que es ninguneado por La Libertad Avanza. Entonces, ¿qué hará el Gobierno en este sentido?
Según el Círculo de Política Ambiental (2024), entre los aspectos de gestión y gobernanza ambiental se deberán tomar medidas sobre las sustancias químicas (Sistema Globalmente Armonizado y Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes-RETC), economía circular (Principio REP) y evaluación ambiental estratégica; otro de los requisitos son la responsabilidad extendida del productor (REP) que traslada la responsabilidad legal y económica de la gestión de los residuos, en manos del Estado, al sector privado productor de los bienes (haciéndose cargo de todo el ciclo de vida del producto).
